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Si bien, la lectura era lo que Taehyung más amaba, en ese momento parecía no comprender más que un par de palabras

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Si bien, la lectura era lo que Taehyung más amaba, en ese momento parecía no comprender más que un par de palabras. 

Ya había leído una y otra vez la misma página, y seguía sin entender que era lo que ambos chicos en aquel libro trataban de hacer. Suspiraba fuerte con la cabeza ligeramente adolorida por lo poco que había logrado dormir, pero simplemente no le llegaba más el sueño para que pudiese descansar, y claro que intentó de todo, sin embargo, estaba ahí, un poco distraído y sin poder retomar al menos una parte del sueño. Creía que el libro le ayudaría al menos un poco, pero estaba equivocado.

El sol ni siquiera había salido aún, eran casi las seis de la mañana y aunque en su rostro no lo notara, la pasaba un poco mal.

Sabía que para cuando el sol apareciera el dolor se habría marchado, pero era incómodo, no había más sonidos que el del aire moviendo los arboles y uno que otro insecto chillando del otro lado de la ventana, la misma que daba directamente hasta la puerta de JeongGuk.

¿A que hora se levantaría aquel hombre? era lo que Taehyung se preguntaba observando desde el centro de su cama. No llevaba camisa y las bermudas que tenían eran ligeramente un poco más grandes que el tamaño de sus muslos, se bajaban sin que se diera cuenta. Cierto era que hacía frío, pero no uno tan fuerte, era más un aire fresco que le provocaba un par de temblores agradables.

Mala suerte sería si aquello de alguna forma lograra enfermarle.

Apenas sus labios se abrieron para suspirar de nuevo, JeongGuk le apareció al frente. Vestía de la misma forma que el, pero a diferencia, el castaño tenía un abdomen bien marcado. ¿Qué hacía afuera de aquella manera? .

No dudó en tomar el libro para dejarlo de nuevo en la maleta que seguramente su abuela no revisaría. ¿Por qué habría de hacerlo?. Para él, ese era el único lugar que su abuela dejaría libre de revisión, eso hasta que terminaran las vacaciones y se ofreciera para ayudarle a empacar. Tomó la primer camiseta que encontró en el suelo y apenas metiendo los pies en las sandalias, salió rápido sin importarle que tanto ruido pudiera hacer.

Se quedó por un rato acomodándose el cabello antes de salir y cuando por fin tomó el último respiro, salió estirándose como si apenas acabara de levantarse.

Taehyung sin duda era un mentiroso.

Se giró discretamente para toparse con la mirada de Gguk, quien no tardo en saludarle con un cigarrillo entre los dedos y algo de humo saliéndole de entre los labios. Suponía que de un hombre como Jeon, fumar por la mañana era como un acto normal, por que si fuese él, no podría si quiera pegarse el objeto a la boca.

— Buenos días.— Dijo el mayor.

— Buen día.— respondió.— Una buena mañana ¿no?.

— Lo es.

El pelinegro no pudo evitar sentirse alegre tras la respuesta del mayor. Ciertamente llevaban poco conviviendo, y lo tenía muy en cuenta, sin embargo, no era como si lo necesitara. Había logrado llevarse muy bien con Jeon, era una persona muy agradable y tenía una cierta actitud que le despertaba la curiosidad como nunca en su vida.

Róbame los suspiros.→ • k o o k t a e •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora