Souichi había regresado a la pequeña casa que tenía antes de que Tetshuiro le diera una nueva cerca de la empresa.
El chico había retomado su trabajo en la Universidad, ahora tenía dos ayudantes que lo ayudaban y seguían las investigaciones y los experimentos.
Había pasado una semana desde sus discusión, pero los dos nunca se habían vuelto a ver.
En verdad, Souichi no había tenido noticias de nadie.
su estado de ánimo era melancólico y desconsolado, por lo que, como de costumbre, se encerró en sí mismo, dedicándose a lo único que le proporcionaba un mínimo de alivio, su trabajo.
Isogai, como buen amigo que era, decidió visitar al rubio.
-Ohlalà ¿Cómo estás?
Tu hermano y Kurokawa llegaron a Los Angeles esta mañana.
Souichi apenas levantó la vista de su trabajo.
-Ah, bueno, me alegro.
-Sabes que el discurso de Tetshuiro se llevará a cabo hoy, cerrarán el trato con los Tekashim, ¿no te opondrás?
-No, no iré allí.
-¿En realidad? Estoy asombrado de ti Souichi, ¿qué te pasa? Nunca retrocediste cuando se trataba de luchar por los derechos del mundo.
Souichi resopló y dejó sus papeles a un lado.
- Escucha Isogai, lo intenté, hice todo lo que estaba en mi mano pero ese hombre no me escucha.
La gente no cambia.
Isogai pensó por un momento, luego encontró un buen ejemplo.
-Digámoslo asì...
Conozco a Kurokawa desde hace años, él solo ha salido con mujeres.
Pero luego conoció a Tomoe y todo cambió.
El amor cambia todo.
Souichi sonrió amargamente, pensando que a estas alturas Tetsuhiro ya lo había reemplazado maravillosamente con Kuse, después de todo, Morinaga ni siquiera había esperado que Souichi dejara la compañía para llevar al otro a la cama.
-Ese no es el caso, Isogai.
Ese no es amor.
Ese mismo día llegó al otro lado el gran día del fatídico discurso con los proveedores.
La compañía había aumentado su negocio con los proveedores y todos estuvieron presentes ese día para escuchar las palabras de Tetsuhiro.
Kunihiro también estuvo presente ese día, Morinaga senior estaba orgulloso de su hermano, por una vez, Tetshuiro había hecho lo que se le pidió que hiciera.
Lo que Kunihiro ignoró fue el malestar interno de su hermano.
El hermano mayor le dio una palmada en el hombro al hermano menor y le sonrió y lo animó.
-Vaya Tetshuiro, da tu discurso.
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Unos días después en la Universidad M. Los jóvenes investigadores siguieron con pasantías y experimentos.
A pesar de su estado emocional, Souichi siguió siendo un importante investigador, y ese día estaba trabajando en un importante proyecto asistido por los jóvenes Mirahu y Tadokoro.
