Capítulo 2

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Me despierto de nuevo en el coche de papá, como si todo hubiese sido una pesadilla y ahora estuviésemos volviendo hacia casa después de mi entrenamiento de los sábados.
El imbécil del tipo de la comisaría me ha dado una descarga eléctrica en la pierna, aún puedo sentir los calambres que suben y bajan por esta.

Miro desorientada de reojo a papá sin saber como reaccionar.
<<Quizás debe de ser él el que hable en primer lugar.>>
<<No, quizás no. Quizás debo de ser yo la que entable conversación.>>

Juro que la mente va a estallarme en cualquier momento, que no sea una sorpresa cuando me vuelva loca de remate en algún momento inesperado.

—Papá.—me mira de reojo pero sigue manteniendo la mirada firme en la carretera.—¿Que ha pasado?

—No te preocupes Abigail, mañana lo hablaremos todo.—trago duro al oírle llamarme por mi nombre al completo, viniendo de papá algún apelativo cariñoso como solía llamarme me bastaba.

Llegamos a casa enseguida y sin mediar palabra alguna cada uno se va a su pieza. Al pasar por la primera planta, puedo ver a mamá llorar desde su habitación. <<¿Que está pasando y porqué soy yo la última en enterarme?>>

Me quedo tumbada encima de mi espaciosa cama mirando al techo, contando las líneas que separan los paneles blancos perfectamente alineados y pensando sin parar. <<Por fin en casa>>
Me arrestaron por culpa de Brittany, ella fue la que hizo la fiesta. <<Mierda Brittany>> ¿Me habían arrestado porque era menor y había bebido? ¡Por favor, solo me faltaba un año para cumplir los 18!

Alcanzo mi móvil que acabo de dejar sobre la mesilla de noche y marco el teléfono de Bri.
*El número al que llama no existe*
releo la pantalla que tengo delante de mis narices una y otra vez. <<¿Que no existe?>>. De nuevo aparco mi móvil y aprovecho para enchufarlo a la corriente. Mañana probaré de llamarla de nuevo, quizás ella aún no ha salido de comisaría. Si, tiene que ser eso.

Consigo dormirme al cabo del rato con el pensamiento de que no solo yo he estado arrestada, ya que todos bebieron allí y todos eran menores.
<<Que ingenua.>>

Remeber MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora