Capítulo 3

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—¿¡En que momento te eduqué yo para que te volvieses una drogadicta¡?—papá había decidido convocar una reunión familiar como la que solíamos hacer a menudo, en este caso para soltar barbaridades sin pies ni cabeza sobre mi.
Abro la boca para contestar pero se me adelanta y procede con su insensato discurso, más enfadado de lo que en la vida le había visto y viniendo de un tipo tan frío y estricto como él resulta aún más perturbador.

—¡En cual de los valores que te hemos proporcionado está el de traficar con droga!—Abro los ojos como platos. <<¿He oído bien y ha dicho que yo, Abigail Watson, trafico con droga?>> noto como mi pulso se acelera a cada segundo que pasa.

Miro a mamá, que llora de pie a su lado.

—Papá no se de que me estás hablan..—se me entrecorta la voz mientras miro a todos los presentes. Mi hermana mediana Ashley desaparece con mi hermana pequeña Anne, por lo que solo queda presente mi hermana mayor Angelina.

—¡No nos mientas más!—empiezo a temblar y a ver borroso.—De verdad pensaba que eras más inteligente Abigail, me has decepcionado .—se levanta furioso y desaparece por el mismo pasillo por el que lo han echo mis otras dos hermanas pequeñas.
Mamá estaba por irse también con la mano en el corazón.

—Mama..— apenas me sale la voz— Tienes que creerme, sabes que jamás haría eso..— El corazón se me hace pequeño cuando se me queda mirando con los ojos llenos de lágrimas.— Mamá.— insisto comenzando a llorar silenciosamente.
Abre la boca como para hablar y la vuelve a cerrar.
Es duro ver como todos te juzgan por algo que ni siquiera es cierto y apenas te dan la oportunidad de desmentirlo.
Cuando finalmente mamá sale de la sala de estar me llevo las manos a la cara.

—Abi— Siento como Angelina que estaba todo el rato de pie al lado de mamá, se sienta ahora a mi lado en el sofá— Explícamelo, porque de veras no entiendo nada.— me aparta las manos de la cara y me la acuna con las suyas secándome las lágrimas con los pulgares— Puedes contármelo.

—Es que yo... no entiendo nada Angie.— me limpió las lágrimas que no cesan con la manga de mi suéter blanco Tommy Hilfiger que seguramente ya se ha echado a perder.

—Tranquila, respira.— me mira con seguridad y eso me da paso a hablar.

—Estábamos en la fiesta de Brittany en su casa, sus padres estaban en Dubai y los vecinos se habían ido de vacaciones, se suponía que tenían que estar de vacaciones, porque definitivamente no lo estaban.
Al poco tiempo de que la fiesta empezase llegó la policía y nos fueron echando uno a uno.
Nos pidieron el DNI y como éramos menores nos arrestaron, eso es todo Angie.- las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos y veo como baja la mirada hasta el suelo midiendo las palabras que va a dedicarme.

—Abi no arrestaron a nadie más y definitivamente no te arrestaron por tomar alcohol siendo menor.- frunzo el ceño a la espera de más información.— ¿De verdad que no sabes nada?

—¡Te estoy explicando lo que pasó!

-Vale, vale relájate.- respiro hondo antes de entrar en un estado de nervios peor del que ya me encuentro.—Como te ha dicho papá, te han arrestado por tráfico de drogas.- y de nuevo empiezan a caer lágrimas por mis mejillas.

—¡Pero yo nunca he traficado con drogas!— vuelvo a secarme las mejillas con desesperación.

—Un policía detectó cocaína en la fiesta y después de interrogar a todos los presentes se dio el caso de que 16 testimonios indicaban que la droga era tuya, Brittany entre ellos.— <<Espera ¿Que?>> <<¡¿16 personas han dicho que la coca era mía y encima una de ellas es mi mejor amiga Brittany?!>>

Remeber MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora