Eso era algo que, por alguna razón no había notado antes, ¿tal vez solo estaba muy distraída? Probablemente, pero bueno, nunca hace mal el explorar ¿cierto?.
Y con ese pensamiento en la cabeza eché a andar con dirección a la isla.
Al llegar apague el motor y me baje justo en la orilla, no tenía nada para anclar el bote así que solo lo dejé ahí con la esperanza de que el mar no se lo llevara, porque si eso pasará ¡Perdería mi bici!... Y Ercole probablemente me mataría pero eso no es importante.
Ya en tierra me saque mis zapatos, para caminar mejor en la arena, y deje que el agua pasara entre mis dedos por un tiempo.
Cuando recordé por lo que venía deje de vaguear y me dirigí a esa torre.
Entre con cuidado, por si la estructura resultaba estar inestable, la verdad es que así no es como quisiera morir.
Cuando me detuve a mirar dentro pude ver unos cuantos objetos colocados por ahí, además de una extraña cuenta de lo que parecían ser días en un espacio de la pared.
- ¿Quién habrá hecho esto? Tal vez un marinero que quedó varado aquí y ahora podré encontrar su tesoro y hacerme rica, eso sería bastante genial.- Reí ante mis extraños pensamientos pero mi sonrisa rápidamente se borro cuando uno de los objetos se cayó al piso.
- ¿Hay... Hay alguien ahí?- Per favore, no seas estúpida ____, no es como si un asesino te fuera a revelar su ubicación.
- Si... ¡Si hay alguien alguien ahí, que se muestre! ¡No voy a dejarme matar Così facile!- Grite mientras me ponía en una extraña pose de batalla, como si yo supiera pelear.
- ¿Pa-Papá? ¿Eres tu?- Una voz desconocida me respondió y pude ver como una cabellera castaña y unos ojos verdes se asomaban detrás de una roca.
- ¿Eh? ¿Quién eres tú? No sé quién seas pero creo estar segura de que no soy tu padre...- Pude ver una mirada decepcionada en su rostro y de repente salió corriendo de la torre directamente hacia los árboles.
- ¿Que? ¡No! ¡Espera!- Grite mientras trataba de seguirle el paso, pero él se adentro a los árboles y terminé perdiendolo de vista.
- ¡Oye tu, si me estas oyendo!- grite esperando que ese desconocido por alguna razón me escuchará.
- ¡Se que probablemente no me quieres aquí! ¡Así que por esa misma razón, volveré aquí mañana! ¡Tal vez podamos ser amigos!- Pude ver su cabeza se asomaba por detrás del árbol.
- ¡Te veo mañana, forse! ¡Ciao!- Me despedí con una mano, me puse mis zapatos nuevamente, subí al bote de Ercole y me marche de vuelta al puerto.
- ¡Finalmente vuelves! Ahora, dame eso.- Ercole se acercó a mí y me quito las llaves de su bote de la mano con un fuerte manotazo.
- ¡Ni se te ocurra volver a hacer eso, dannare!- Él me sujeto de la camisa acercandome a él, yo solo le sonreí burlona.
- ¿Que sucede Caro? ¿No recuerdas que fuiste tu el que me la prestó?- Respondí mientras levantaba mis manos en forma de restarle importancia.
- ¡Yo jamás-!- Comenzó a hablar pero se corto a mitad de la oración.
- No me digas que lo olvidaste, Ciccio y Guido lo recuerdan bien ¿No es así chicos?- Ellos dos asintieron con una sonrisa a lo que Ercole me soltó y le dio un golpe en la cabeza a ambos.
- Vámonos de aquí, está sciocco no merece mi tiempo.- Se dio la vuelta y comenzó a caminar lejos de mí.
- Adiós ____- Ciccio se despidió con la mano junto a Guido.
- Adiós chicos, Buona notte.- Me subí a mi bicicleta lista para irme.
- ¡No se despidan! ¡Ya muevanse!- Con eso los tres se marcharon y yo me dirigí a mi casa.
No me molestaba ir sola por la calle, ya que portorosso es muy seguro, todos conocen a todos y todos ayudan a todos.
El único que tenía pinta de ladron aquí es Ercole jaja.
Cuando llegue abrí la puerta con mi llave y entre, no me moleste realmente en encender cualquier tipo de luz, ya que de todas formas no estaría ahí por mucho tiempo.
Me dirigí directo a mi habitación, ignorando por en el camino el polvo que se metía en mi nariz, en señal de lo deshabitada que se encontraba la casa.
Casi no pasó tiempo en ese lugar, a no ser que fuera para dormir, normalmente estoy o ayudando al señor Marcovaldo, molestando a Ercole o vagando por Portorosso, comía con el señor Massimo o afuera, así que ni para eso volvía.
Entre a mi cuarto, tomé una manta, una muda de ropa del cajón en el mueble, además de eso tomé una vela de la cosina, una hoja y un lápiz.
Y con solo eso volví a abandonar mi morada con mochila al hombro y me dirigí a la casa del Señor Marcovaldo.
Cuando llegue ahí le deje una nota en la puerta diciendo que me llevaría el bote, él me dejaba hacer eso, siempre y cuando le avisara.
Con la nota ya puesta, me subí al bote y comencé a remar en dirección a lo más profundo, cuando encontré un punto que me gustaba, me detuve y encendí la vela.
Me recosté en el suelo, me cubrí con la manta y me puse a mirar las estrellas, tratando de encontrar constelaciones.
Quedarme a dormir en medio del mar no es algo extraño para mí, se que puede ser peligroso pero la verdad es que me ayuda a relajarme, los sonidos del mar, los pájaros y el movimiento del bote siempre me ha ayudado a dormir.
Luego de un rato de observar decidí que ya era lo suficientemente tarde, así que apague la vela y me fui a dormir, pensando en que tal vez podria hacer un nuevo amigo mañana y rezando por no despertar en otro continente.
. . .
¡Yey! Capítulo 2 listo, realmente no tengo nada que decir así que eso fue todo por hoy, buenos días/tardes o noches, ya saben que los quiero y Bye 😚✌🏻
-Elineous 🖤
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"What's under the sea" Luca x reader
Fanfic- Vamos Alberto ¡Será divertido!- Dije mientras reía y jalaba a Alberto en dirección al mar. - ____ Por favor, te digo que esto no es una buena idea.- Él trato de librarse de mi agarre, aunque fue inútil. - ¡Oh vamos! ¿Es que el gran Alberto Scorfan...