- Vamos Alberto ¡Será divertido!- Dije mientras reía y jalaba a Alberto en dirección al mar.
- ____ Por favor, te digo que esto no es una buena idea.- Él trato de librarse de mi agarre, aunque fue inútil.
- ¡Oh vamos! ¿Es que el gran Alberto Scorfan...
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— Oye ____—
— ¿Si?—
— Tu sabes que te quiero ¿verdad?— Él me abrazo por el hombro y yo le mire con una ceja alzada.
— ¿Que quieres ahora Alberto?— Él me miró ofendido.
— ¿Porque asumirías que yo quiero algo de ti? ¿Y yo que pensaba que me querías?— Él se seco una lagrima falsa y me miró con un solo ojo abierto.
— No lo sé, tal vez por el hecho de que hace unos minutos me estabas llamando monstruo.— Lo mire y él pareció sudar un poco.
— Bueno... La verdad es que quería preguntarte algo...— Dijo y jugó un poco con sus pulgares.
— ¿Que cosa?—
— Esto... ¿Que es eso?— Pregunto y apuntó a mi cuaderno junto a mis lápices.
— ¡Oh! Eso es solo mi cuaderno, lo ocupo para dibujar ¿Sabes?— Le mire y él me dio una mirada de "no, no se".
— ¿Dibujar?— Me miró curioso y yo tomé mi cuaderno y mis lápices.
— ¡Si! Dibujar ¿Lo haz hecho antes?— Pregunté mientras arrancaba dos hojas de mi cuaderno y ponía una frente a cada uno.
— No, creo que jamás lo he intentado.— Contestó y yo le entregue unos lápices para que hiciera lo que quisiera.
— Pues es fácil, solo vienes, pones el lápiz en el papel y lo pasas sobre la hoja, haciendo lo que se te venga a la cabeza.— Dije tratando de explicar lo mejor que podía.
Él solo asentíaa cada palabra que decía, aunque estaba bastante segura de que no entendía nada que lo estaba diciendo así que terminé por sostener su mano con el lápiz, guiando lo por el papel.
— Y... ¡Listo!— Dije, levante el dibujo que había hecho sosteniendo la mano de Alberto, el cual resultó estar muy interesado en el gato deforme que estaba en el papel.
— Wow, ¡Genial!— Él me quito el dibujo de las manos y lo examinó más de cerca.
— Ahora intenta tú.— Dije y saque otra hoja de mi cuaderno, pasándose la.
— ¡Claro! Pero tu también has algo.— El dijo mientras comenzaba a dibujar, escondiendo su hoja para que yo no la viera antes de que terminará.
Yo asentí y me puse a dibujar también, usando todas las habilidades artísticas que una chica de mi edad puede tener.
— Y... ¡Termine!— Grito Alberto, tres minutos después de que comenzaramos, alzando su dibujo y poniéndolo frente a mi cara.
— ¿¡Que te parece!?— Preguntó emocionado, con la sonrisa más grande que le he visto poner.
Yo mire el dibujo mas detenidamente, éramos nosotros dos saludando, cada uno tenía una flecha que decía "tu" y "yo", el dibujo estaba un poco deforme y tenía "Alberto :)" escrito en la esquina del papel.
