Fue solo un comentario inocente, algo que debería haberse olvidado tan rápido como se dijo. Pero seguía volviendo a ella y solo tenía que realizar un experimento.
¡ACLARO! Esta historia no es mía, es de un usuario de Ao3 llamado AnAuthorHasNoName yo...
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Capítulo 7: Compile los datos.
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"¿Y dónde estuviste toda la noche, jovencita?" Sasha la miró con los ojos entrecerrados, con las manos en las caderas y usando su mejor voz de "madre" mientras Mikasa caminaba hacia donde los miembros restantes de la 104° estaban tomando café.
Demasiados ojos estaban sobre ella con interés ahora cuando extendió la mano y arrancó la taza humeante de la morena de sus manos. "No montando a Connie como un caballo, eso es seguro." Ella refunfuñó, evitando cuidadosamente la mirada calculadora de Armin.
La atención se transfirió con éxito a la pareja ruborizada cuando los demás comenzaron a bromear de buena manera. "Podrías haber compartido nuestra tienda, no dormiste en un árbol, ¿Verdad?" Susurró Armin.
Mikasa se encogió de hombros con indiferencia, tomando pequeños sorbos del amargo líquido. En verdad, el café era el néctar de los dioses. "Lo hice durante parte de la noche." Un dedo en su costado la pinchó cuando se negó a dar más detalles. "El Capitán, me dejó quedarme en su tienda por el resto de la noche."
"¡¿Qué?!"
"¡¿Cómo?!"
Se sorprendió cuando Eren también había gritado, no creía que él siquiera le hubiera estado prestando atención y ahora la estaba mirando. Lamentablemente, todo el enfoque en su grupo estaba de vuelta en ella desde los arrebatos de Armin y Eren. Ella los miró a todos, confundida por qué le estaban dando tanta importancia. Sasha la miraba con orgullo y conmoción a partes iguales, murmurando algo sobre Mikasa convirtiéndose en mujer. Estaba bastante segura de que Jean estaba tratando de no llorar.
