Fue solo un comentario inocente, algo que debería haberse olvidado tan rápido como se dijo. Pero seguía volviendo a ella y solo tenía que realizar un experimento.
¡ACLARO! Esta historia no es mía, es de un usuario de Ao3 llamado AnAuthorHasNoName yo...
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Capítulo 16: Nena, hace frío afuera.
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La luz de la lámpara parpadeó cuando una ráfaga de viento aullador azotó las ventanas cerradas, pequeñas volutas de brisa se filtraron a través de grietas invisibles. Una tormenta de nieve se había levantado más temprano esa mañana, barriendo desde el mar con una violencia que hizo que todo el puesto de avanzada se cerrara. Un puñado de soldados había sido enviado a los establos con mantas extra y provisiones para cuidar de las monturas hasta que pasara la tormenta. No había necesidad de que nadie hiciera guardia, ningún barco podía esperar sobrevivir a las olas que golpeaban las rocas y cualquier ser vivo que no estuviera protegido se congelaría antes de que pudiera representar una amenaza.
No hace falta decir que Levi está bastante contento de estar recostado cómodamente en su cama debajo de varias mantas con un libro en una mano y su otro brazo envuelto alrededor de Mikasa, actualmente acurrucada contra su costado con su propio libro. Él deslizó los dedos arriba y abajo de su brazo en movimientos ligeros y lánguidos que hicieron que la mujer tarareara de placer. Las últimas dos semanas la habían visto pasar todas las noches que no estaba de servicio en su cama, a veces solo para quedarse dormidas abrazándose y otras veces quitándose la ropa y perdiéndose en sus pasiones.
Había sido una agradable sorpresa para él despertarse con la mujer entrando sigilosamente en su habitación esta mañana después de su turno, desnudándose hasta quedar en bragas y subiéndose a su lado. Ella le había dado un beso en los labios antes de desmayarse inmediatamente, y no se despertó hasta pasado el mediodía. Descaradamente, Levi se había escabullido de la habitación mientras ella dormía y le había quitado el deber a algunos soldados desafortunados, algo que nunca había considerado hacer en el pasado, antes de volver a acostarse en la cama todo el día con ella.
