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Capítulo 03.
Todo lo que se fué.
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— ¿Quieres decirme a dónde te largaste anoche?

Aquella voz casi logra hacerme caer de las escaleras.

— Me asustaste.

— Te hice una pregunta, Hyejin.

— Estaba por ahí.

— Deja de hacerte la tonta, — me miró.— ¿Estabas con Taehyung, no?

— Veo que lo sabes perfectamente, no entiendo entonces a que viene tu interrogatorio.

— Solamente me interesa saber que era tan importante como para que escaparas de tu propia fiesta.

Tomé una bocanada de aire antes de responderle.

— No escapé de mi fiesta, madre.—Escupí.— Escapé de tu absurda reunión de sociedad, ¿Quieres saber que era muchísimo más importante que eso?— Asintió ante mi cuestionamiento.— Esto lo es.— mostré el anillo en mi mano.

El asombro en su rostro era más que evidente, sonrío de manera triunfante, tal como si hubiese heredado millones.

— Vaya hija, te has llevado el premio gordo — sonrió — no esperaba menos de ti.

Sirvió en su copa el vino que se encontraba en la pequeña mesa.

— Recién dan las siete de la mañana, ¿Quieres dejar esa copa? Además, ¿Qué quieres decir con que me lleve el premio gordo? — pregunté ingenua sabiendo realmente lo que quería decir.

— Me refiero a Taehyung, jugaste muy bien, cariño. — bebió un sorbo de vino — Debo admitir que creí que tardarías más en atraparlo con tus encantos pero me equivoqué, solo mírate, recién tienes veinte años y ya estás comprometida con el hijo del dueño de uno de los hospitales más importantes de todo el país. — rió — No cabe duda de que eres como yo.

Reí sin gracia ante tal situación ¿En verdad creía que esto era por dinero?.
Decepción, Eso era lo que sentía, ¿Ser cómo mi madre? Jamás.

— ¿Qué rayos estás diciendo, madre? ¿En verdad crees que me comprometí con Taehyung por esa razón? — reí sin gracia, nuevamente. — Necesitas ver a un doctor, estas muy mal ¿Qué soy cómo tú? no me hagas reír, yo jamás utilizaría a una persona para mi beneficio, yo solamente quiero ser feliz a su lado.

— En primera, bájale a tu tono de voz, en segunda ¿En verdad solo quieres ser feliz? — asentí — Ay hija mía, te falta mucho por aprender de esta vida. — sin más, se fué.

Mi madre tenía un poder sobrenatural para lograr sacarme de mis casillas, ¿Por qué es así? Preguntaba para mi misma cada vez que surgía algo como esto. En fin, son las siete de la mañana y ya estoy de mal humor, no quiero ni imaginar como será mi día.

Tomé de la barra de la cocina la primera fruta que vi y salí de casa, al salir vi a aquel hombre dueño de todos y cada uno de mis sueños, estaba recargado sobre el cofre de su auto con los ojos cerrados. Kim Taehyung era la persona más hermosa que jamás había podido apreciar, parecía una perfecta obra de arte viviente.

Me acerqué un poco mas a él, lo observé de frente mirando cada uno de sus rasgos, abrió sus ojos por un momento y luego soltó una pequeña risa nasal.

— Buenos días — musitó con una sonrisa.

— Buenos días — sonreí — ¿Qué haces aquí? Hoy no tienes clases a primera hora.

¿Es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora