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Nada está bien
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El tiempo había pasado de manera lenta y dolorosa, aquella pérdida había marcado la vida de todos.

Sobre todo, la vida de Taehyung.

En tan solo seis meses se había convertido en una persona totalmente diferente.

Se había convertido en la persona más ocupada del mundo. Se las arreglaba para estudiar por las mañanas y asistir a su empleo de medio tiempo. Se mudó a un pequeño apartamento cerca de la universidad.

Había encontrado el pretexto perfecto para alejarse de todos, incluso de mí.

Siempre se comportaba distante, no era mucho el tiempo que nos veíamos, tan solo un par de horas a la semana. Trataba de organizar pequeñas citas improvisadas para pasar tiempo a su lado, pero siempre ocurría lo mismo, terminaba cancelándome y llamándome ebrio por la madrugada disculpándose por su maldita actitud, posiblemente, también lo hacía drogado. Peleabamos todo el tiempo debido a eso.

— Por favor come, no puedes seguir así.—

— No tengo hambre.— respondí.

— Debes comer, llevas días así.— suspiró pesadamente y finalmente caminó hacia mi.— Hey, mírame, ¿si?.— lo miré.— Soy yo, Park Jimin, tu mejor amigo; ¿Puedes contarme que es lo que sucede? — no respondí, me quedé callada. Jimin pasó su mano por su cabello y lo revolvió frustado.— Yo, en serio estoy procupado por ti. Dejaste de ir a la academia, por Dios Jeon es tu pasión y lo dejaste, no comes, luces agotada y estás distraída todo el tiempo, estoy seguro de que ni siquiera duermes. Por favor, no guardes todo lo que sientes, estoy aquí para escucharte.

Suspiré.

— Estoy bien.

—No, no estás bien.— maldijo entre dientes.— Es por Taehyung, ¿Cierto?.

Aparté la mirada.

— N-no.

— ¿En serio estás intentando mentirme a mí? Por supuesto que se debe a ese idiota.

— No es un idiota.

— Por supuesto que lo es. ¿Cuántas veces te ha cancelado las citas por irse a beber con esos idiotas? Y no te hagas la tonta, sabes perfectamente lo que hace.

— No pienso discutir contigo Jimin, nos vemos en clase.

Lo peor de todo era que Park Jimin tenía razón, el desastre en mi vida era causado por Kim Taehyung, lo tenía claro. Pero cada vez que lo veía, me olvidaba de todo.

— ¡Taehyung!— grité con todas mis fuerzas para que aquel chico lograra escucharme. Corrí hasta él.— Hoy es tu día libre, ¿cierto?

— Si, lo es. - respondió simple.

— Se me ocurrió que tal vez podríamos ir a comer juntos, hace mucho que no lo hacemos, ¿Qué te parece?

— Lo siento, debo hacer una práctica más tarde.— la indiferencia en sus palabras era agobiante.

—E-está bien, no te preocupes. Otro día será.

 — Bien.— finalmente se fue.

El camino sola a casa parecía ser interminable, nada era como antes y estaba agotada, cansada de eso.

El final del otoño parecía estar cerca, el frío comenzaba a sentirse cada vez con mayor intensidad. Sentada en una banca el tiempo pasaba sumamente lento, todo a mi alrededor estaba cubierto por las hojas secas caídas de los árboles, el viento golpeaba con fuerza mi rostro, cerré los ojos un momento apreciando el momento.

¿Es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora