¿Es amor?

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Capítulo 1.
With you...
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Hyejin

-¡Feliz cumpleaños!. - Escuché gritar en cuanto abrí la puerta de mi casa a aquella voz que reconocería a kilómetros de distancia, Taehyung se lanzó hacia mí y me envolvió en un gran abrazo que me tomó por sorpresa; respondí a aquel abrazo de inmediato, Taehyung unió más mi cuerpo al suyo mientras dejaba caer su mentón en mi hombro izquierdo, yo no lo dude ni un segundo y hundí mi rostro en el espacio de su cuello. Comencé a oler aquella fragancia característica de él, era la misma fragancia que le había regalado en su cumpleaños número diecisiete, su favorita desde entonces.

- Creí que lo olvidaste.- susurre al mismo tiempo que soltaba un suspiro de alivio, llevaba todo el día distante, incluso me evadió durante el almuerzo en la universidad.

No lo ví pero se que sonrió al igual que yo.

- ¿En serio lo creíste?.- Asentí.-Nunca lo haría. - Esbozó una sonrisa en su rostro y después dio un corto beso a mi frente.

-Me evadiste todo el día, creí que estabas enojado.

- Lo siento, tuve que fingir, era parte de la sorpresa.

- Su actuación fue bastante convincente, señor Taehyung, ¿Ha considerado dejar la carrera de medicina para dedicarse a la actuación?.

- Ni por un segundo, señorita Jeon, eso implicaría dejar la universidad y eso a la vez significaría dejar de verla durante muchas horas.- Reí ante su ironía, este hombre era increíble.- Ah, cierto, te tengo un regalo - sonrió - ¿quieres verlo ahora?.

- Sí.- dije emocionada.

- Bien. -Dirigió su mano al bolsillo de su saco y de él sacó una linda caja, la abrió y dentro de la caja había un hermoso collar. Aquel collar que me había encantado la última vez que entramos a esa joyería.

- Sé que no es el mejor regalo pero, juro que es con todo mi amor.

-¿De qué hablas? Es perfecto. Es el que vimos la última vez, ¿cierto?

- Sí, ese es.- rió.- ¿Puedo?.

- Claro.- Se acercó a mi, apartó delicadamente mi cabello y colocó el collar en mi cuello.

- Tal como lo imaginé, se te ve perfecto.- dibujó una sonrisa en su rostro y me miró.- Iremos a un lugar mas tarde, así que prepárate para tener una noche increíble, Jeon.

- ¿Qué?.

Solo pudo reir ante mi gran incomprensión.

- No me mires así, es una sorpresa, así que no te diré más.

- Hoy estás lleno de sorpresas, ¿en serio no me dirás?.

- Si te digo ya no será una sorpresa.

- Está bien, supongo - En verdad tenía mucha curiosidad, ¿A donde iremos?.

- Ven aquí - dijo mientras tomaba mi mano derecha y me jalaba hacia él, me envolvió en otro abrazo. - Te amo. - y me besó, me envolvió en un beso tan lento y suave, quería estar así toda la vida de ser posible.

Era un beso tan tierno e inocente, un beso que decía sin palabras cuánto era el amor que sentíamos. Al terminar ese hermoso beso nos miramos, podría mirar esos ojos toda la vida, al verlos miró el universo entero y sé que no necesito nada más. Estuvimos así unos segundos, hasta que el sonido de un carraspeo forzado de garganta interrumpió ese bello momento.

- La reunión es en el jardín, par de tórtolos. -

Taehyung rodó los ojos al escuchar la voz de Park, eran buenos amigos, pero Jimin era experto en ser tan inoportuno.

- Calla, Park, no tienes derecho de hablar.

- ¿Ahora vas a tratarme de esa manera? ¿A mi?.- Ridículo.

- ¿Ahora va a hablarme?, Te recuerdo que llevas todo el día ignorándome.

- Vamos, Jeon, sabes que era parte de la sorpresa.- se acercó a pequeños pasos.- Apártate Kim, es hora de que yo la felicite.- le dio un ligero empujón a Taehyung y se lanzó sobre mi.- Recuerdo que apenas ayer cumpliste quince años y hoy ya eres toda una adulta de veinte, que rápido pasa el tiempo.

Fingió llorar mientras me apretujaba contra él exageradamente y Taehyung reía a causa de la escena tan ridícula.

- Bien, ya entendí, ahora apártate.- Lo aparté de golpe mientras él seguía en medio de su drama.

- Lo siento, los recuerdos me invadieron, ¿Cómo es que ahora tienes veinte? Ya no te veré crecer más, sino envejecer.

- Qué patético eres, te recuerdo que solo eres un año mayor.

- Cierto, tu novio y yo tenemos la misma edad, pero me da igual, eres una mocosa solamente.

- ¿Terminaron de jugar, queridos?

- Lo siento, señora Jeon, no sabía que estaba aquí.

- Esta bien, Jimin, solo venía por Hyejin.- me miró.- Cariño, ¿puedes venir un momento?

- Claro, madre. Los veo después.

Caminé hasta el jardín junto con mi madre, lucía seria y sabía que algo le molestaba.

-¿Quieres dejar de jugar y concentrarte en recibir bien a tus invitados?

Miré a mi alrededor, topandome con decenas de desconocidos a mi alrededor, fue entonces cuando lo entendí.

Esta no era una fiesta organizada para celebrar mi cumpleaños, era una reunión de negocios.

-Mis invitados. ¿Te refieres a esas personas completamente desconocidas?- reí sin gracia.- Creo que la que debería concentrarse en recibirlos bien eres tú, no yo.

- Escúchame bien, Hyejin, esas "personas desconocidas" son lo más importante del mundo de la medicina, dueños de los consorcios más importantes de todo el país, así que concéntrate en convivir y trátalos bien, ¿Entendido?

-Claro, entendido.

- Ahora ven, voy a presentarte a alguien.

Caminé detrás de ella y en un instante paró de repente.

- Hyejin, quiero presentarte a alguien muy especial.- se dirigío hacia un joven alto, delgado, vestido de traje; lo tomó del brazo, con demasiada confianza, y ambos se acercaron a mi.-El es Moon Hajoon, es guapo ¿no?. Es hijo del presidente del consorcio Moon, nuestro socio mayoritario.- Sonrió con demasiado entusiasmo, claro, no trataría de esa manera a alguien común y corriente.- Hajoon, ella es Hyejin, mi hija mayor.

Aquel joven desconcido se acercó un poco más y se dedicó a saludarme de forma cordial, mi madre por supuesto estaba demasiado feliz, supe cual era su propósito en cuanto me dijo que me presentaría a alguien. Por supuesto, como era de esperarse, nos dejó solos, pasé un largo tiempo con él, una hora y media por decir lo menos; era un tipo entretenido, pero no quería estar ahí, así que escapé en cuanto pude hacerlo.

- ¿En dónde estuviste? Te busqué por todas partes.

- Estaba atendiendo a los invitados, lo siento, te hice esperar.

- No, está bien.- suspiró.- Te dije que iríamos a un lugar, ¿cierto?.- Asentí.- Bien, vámonos.

- ¿Ahora?.

- Sí, ahora, escapemos por un rato.

Inesperado que lo propusiera ahora, así tan de repente, simplemente una locura, escapar de mi propia fiesta. Aunque escapar con él no lo era, me matarían si duda, pero estaba dispuesta a asumir las consecuencias.

- Hagamoslo, escapemos.

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