𝚂𝚎𝚒𝚜

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Narra Joaquín:

—¿Así que nos vas a presentar a la nadie?—habló Lit mientras caminábamos por el puentecito que daba hacia la playa.

Rodé los ojos—Le dije eso para que no esté sola, corte porque ella tenía ganas de venir pero me dijo que la amiga no venía a la joda.—traté de explicar mirando la pantalla de mi celular para ver si me caía algún mensaje de la rubia.

—Ahhh bueno bueno—asintió varias veces alzando un poco la voz.

Llegamos a la playa y las casitas en donde vendían bebidas, estaban decoradas con muchos focos amarillos, los cuales quedaban re piolas.

Nos quedamos un rato pajereando con todos los pibes y después de un rato decidimos ir a buscar algo para tomar.

—Ya pedí lo que quiere Facu, ¿vos qué queres?—habló Lombardo dándose vuelta con un brazo apoyado en la barra.

Justo cuando estaba por responderle, pude ver a lo lejos a Olivia. Ella estaba con un short negro y arriba solo estaba con el bikini del mismo color. Me quedé embobado y Mauro al notarlo chasqueó sus dedos al frente de mi cara para que le contesté la pregunta que me había hecho.

—Contestame boludaso, ¿qué querés pedir?—preguntó nuevamente.

Lo miré—Emm 'perame que tengo que hacer algo—respondí sin mucha pelota alejándome para ir a saludar a la rubia.

—¡¿Pero que pido?!—alzó la voz para que le escuche, me di vuelta y me encogí de hombros.

—¡No sé, pedime lo que vos quieras!—las ganas de comprar algo para tomar ya se me había ido, ahora mi interés estaba en ir a hablarle a la rubia.

Caminaba decidido, estaba decidido en hablarle. Estaba sola, con un vaso de fernet en su mano derecha, aunque tenía pocas prendas de ropa no podía negar que estaba re linda vestida.

—Buenasss—saludé llegando a su lado, ella giró su rostro y al verme sonrió de lado.

—Holaa—respondió el saludo de buena manera.

Pasé una mano por mi pelo, como siempre—¿Qué onda, vino tu amiga al final?—pregunté un poco suelto.

Asintió—Sí, fue a pedir algo para ella recién, no le gusta compartir se ve—rodó los ojos de forma divertida, señalando su vaso con la mirada—. Uhh no te pregunté si querías—extendió la bebida apretando sus labios de forma amistosa.

Dudé por un momento pero después asentí con la cabeza, agarré el vaso y lo llevé a mi boca, mandándome alto sorbo.

Soltó una risa—Pensaba que eras el típico tincho que tomaba Smirnoff—me miró burlona cruzándose de brazos.

La miré—¿Qué decís? vos sos terrible milipili—me burlé de la misma forma después de haber tomado.

La rubia levantó una ceja—Mmm, ¿esa es tu primera impresión sobre mi?—preguntó aún con los brazos cruzados.

Les juro que cuando me la choqué por primera vez, pensé que era de esas que hacían tremendo escándalo y de voz insoportable, pero era todo lo contrario, era re piola y su tono de voz era tranquilo.

Vacilé por un momento mientras me iba acercando—Tenes esa pinta, linda.—la quería joder nomás, no porque allá pensado así sobre ella.

Se rio—A vos te falta el pelo largo y sos tincho de primera, no te quedas muy atrás—miró para otro lado ignorando completamente mi acercamiento hacia ella.

—Callaaate—di un paso para atrás y rasqué mi nuca. En esos segundos me puse a analizar todo su cuerpo, sin que se dé cuenta obvio.

—¡Olivia me crucé al amor de mi vida!—llegó la castaña a la que le habíamos vendido los churros, me miró al darse cuenta de mi presencia y observó a su amiga con picardía.

Eѕтe Verαɴo // Seveɴ KαyɴeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora