Una mamá para Sally (Slenderman)

Capitulo 1

En el centro de un gran bosque sin nombre había una gran casa. El exterior era aterrador la pintura se había caído y ensuciado dejando un color negro inconsistente, la mayor parte estaba cubierta por enredaderas rebeldes y grandes telarañas, y el jardín que la rodeaba estaba lleno de maleza. Era justo como te imaginarias una mansión embrujada, sucia y completamente abandonada. O al menos eso parecía en el exterior.

Por dentro aun era un poco escalofriante, con un estilo de por lo menos dos siglos atrás, sin luz eléctrica y con la mayoría de las ventanas cubiertas. Pero a diferencia del exterior podías notar claramente que la casa no estaba deshabitada. Los muebles si bien se notaban viejos estaban bien cuidados, el suelo con algunas baldosas sueltas estaba libre de polvo, los libros en los estantes se veían usados, la cocina tenía varias frutas frescas y la estufa de leña desprendía calor al igual que la chimenea. El único lugar desordenado de la casa era el segundo piso donde se hallaban las habitaciones cada una habitada si la ropa en el suelo y las camas desorganizadas tenían algo que decir.

En su cama junto a una ventana abierta estaba una pequeña niña con su vestido sucio y la sangre manchando el costado de su cabeza. Ese día era su cumpleaños como sus hermanos insistían en llamarlo, 10 años habían pasado desde el día que despertó. Era temprano en la mañana, la mayoría seguirían dormidos. Le habían prometido que harían una gran fiesta con mucha comida y le darían regalos. Ninguno de ellos necesitaba comer en realidad pero aun podían disfrutar del sabor. Sally Williams había estado tan confundida y asustada ese primer día cuando descubrió que en realidad había muerto y fue encontrada por otros como ella. Al principio tuvo mucho miedo cuando recupero la conciencia para encontrar a una criatura aterradora llevándola por el bosque, había pateado y llorado, para luego darse cuenta que ella misma ya no contaba como humana.

Slenderman era el nombre que le habían dado al monstruo, el la calmo y la llevo a un lugar donde había más personas como ella, eran aterradores pero luego se vio en el espejo y admitió que ella también lucia bastante aterradora. A Sally le agradaron las otras personas, la llamaban hermana y eran buenos con ella. Ella había comenzado a pensar en Slender como si fuera su padre, pero solo en privado.

En sus manos había un libro maltratado, la palabras "Peter Pan" en letras doradas estaba en la portada. Pero no estaba leyendo solo observaba uno de los dibujos, que mostraba a la madre arrodillada frente a la ventana abierta llorando. Sally pensaba en su propia madre, al principio había estado tan triste, no soportaba la idea de no volver a verla. Ahora ya no se lamentaba por su propia madre, pero aun dolía.

Recordaba las noches en que le contaba cuentos cuando no podía dormir, como jugaría con ella y le haría chocolate caliente cuando tenía pesadillas. Ella extrañaba tanto tener una mama, y aunque ahora tenía a Slender como papa, no había nadie que pudiera ser una mama adecuada. Tenía un montón de hermanos mayores, pero ninguna hermana. La única chica que visitaba la casa era la loca novia de su hermano Jeff. Sally la había probado para ver si sería una buena mama, no lo seria, todos sus cuentos hablaban de asesinatos, solo sabia jugar juegos que involucraban alcohol y la única vez que le hizo chocolate caliente había un ojo en la tasa.

Sally cerró el libro suspirando, no quería una fiesta de cumpleaños. No quería que le recordaran lo que había perdido. Si, ahora tenia hermanos que la querían y un papa que la cuidaba, pero aun dolía pensar en las cosas que nunca podría tener y nunca podría hacer. Sin querer ver a nadie hoy se puso de pie abriendo la ventana y saltando. Había una caída considerable, la primera vez que había saltado se había desmayado por el miedo. Pero una vez que había aprendido a caer sin lastimarse se había vuelto bastante simple. Y el hecho de que era casi inmortal y que aunque se rompiera el cuello al caer sanaría al día siguiente también había ayudado.