CAPÍTULO 2: Mi Otra Familia

32 4 2
                                    

Escuché la alarma de mi teléfono sonar, estaba cansada, pero sabía que hoy también tenía que ir al set para grabar, solo que Axel tiene día libre. Suertudo.

Lo malo es que yo no podré dormir por un tiempo, bienvenido de nuevo a mi insomnio.

Al levantarme me fui directo a la puerta del baño, me di una ducha rápida, cuando terminé me dirige a mi armario que estaba junto al baño, me seque el cabello con la secadora, al salir del baño agarré mi mochila donde metí una sudadera azul junto con mi teléfono.

Al salir de mi habitación vi que alguien estaba en la cocina. Era la mamá de Axel. Al parecer estaba cocinando mi refacción; al acercarme, noté que encima de la barra había dos termos, al igual que vi que en el horno había una bandeja llena de galletas.

Esta mujer me conoce tan bien como a su hijo.

—Buenos días. — me dedico una sonrisa de oreja a oreja.

—Buenos días. — le devolví la sonrisa.

—Está todo listo para que te vallas, solo hay que esperar a Román para que te lleve. — Se puso los guantes de cocina y sacó la bandeja con las galletas del horno—. Galletas con chispas de chocolate y avena, tus favoritas.

—No hacía falta, mis padres me dieron dinero como para dos meses.

—Tranquila, hoy era mi día libre. — Se quitó los guantes y el delantal, se dio la vuelta y sacó un recipiente transparente con tapadera azul de la alacena—. Además, Axel se levantará tarde y tendrá que haber algo para que coma mientras hago el almuerzo.— puso las galletas con cuidado en el recipiente.— ¿Se divirtieron anoche?

—La verdad, Axel se confundía mucho. — Me senté en una de las sillas del desayunador. — Él pobre se confundía mucho con los personajes.

—Axel no es muy bueno recordando las cosas, solo tiene que acostumbrarse. — Me vio de reojo. — Te ves cansada.

—No vuelvas a dejarme dormir hasta muy tarde cuando al día siguiente tengo que madrugar.

—Eso siempre me dices y nunca te haces caso a ti misma.

—Odio mi vida.

—No seas tan negativa, solo tienes que seguir tu horario y acostumbrarte a levantarte más temprano. — Ponía el resto de galletas en un plato mientras me aconsejaba. —Mírame, no me quejo de levantarme tan temprano, es porque ya estoy acostumbrada.

Las dos escuchamos que alguien abría la puerta principal y se dirigía a la cocina.

—Buenos días, queridas damas. — Dijo el padre de Axel—. ¿Estas lista?— se dirigió hacia mí.

—Claro.

—Entonces vamos. — iba a agarrar el termo de color negro pero Laura lo detuvo.

—Espera, ese es de Leah, el tuyo es este. — le dijo dándole el otro termo que era plateado—. Porque este tiene café. — Sí, yo no tomó café por más raro que suene, igual que toda mi familia—. Y el de Leah es un té de manzanilla. — mi favorito.

Dios es que me conoce tan bien, es como si ellos fueran mi otra familia. Después de despedirme de Laura el padre de Axel me llevo directo al set de grabaciones, mientras íbamos en el auto él me iba recordando mi horario de mañana, el cuál consistía en una sesión de fotos para los carteles de promoción para la serie, pruebas de maquillaje y de vestuarios e incluso me dijo que algunos productores dijeron que querían modificar algo de una escena mía; aunque no lo crean, será un buen día a comparación de otros.

—Suerte, Leah. — dijo el padre de Axel.

—Gracias. — le sonreí y me bajé de la camioneta, me dirigí hacia los sets.

Una Vida Perfecta [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora