Volver a empezar

Recuerdos

Aviso: Edite el capitulo entero, dado que no me gusto como quedo el anterior. Debo confesar que hasta me dio vergüenza ajena jajajja Espero y disculpen las molestias. Sin mas, disfruten del ep!!!!

Nevra contemplo preocupado a erika dormida, luego de haberla traído de la cantina por enésima vez en la semana ebria.  Se acerco sigilosamente y se sentó a su lado, observando lo serena que se veía en sueños, muy diferente de la aengel con aspecto derrotado que pasaba gran parte de su tiempo a olvidar. Esto ultimo le hizo acordar la discusión que tuvo antes de que la joven se quedara dormida.

Guardia de El, en los pasillos.

- ¿Y ze pueeeeeeeeedeee zabeeed kiienn zoonnn uuzzzteeedddezz paaadaa odennadme a kkke hoodaa me dueedmooo? - le toreo la aengel con furia, sin entender el por que debía de ir con leiftan y nevra a su habitación. El rubio soltó un suspiro al sentir las emociones contrariadas de la muchacha, una mezcla de muchas cosas pero sobretodo de ira. Ambos intercambiaron una mirada y el moreno contesto - Pues porque te lo digo y ya esta. Además, debes descansar ya que en dos días partiremos a Gengaku. - le recordó el.

Erika bufo con gesto de hartazgo y sonrio coqueta arragandolo del brazo mientras le susurraba - Meee idddeee a dodddmiddd konn la konddiiziooon dddeee ke unnoo de uzzztedezzz dueeedmann konnnmiiiggo.

El Daemon soltó una risotada al ver al pelinegro sonrojado, ¿No se suponía que eso debería ser una tarea fácil para el? El vampiro escucho su risita y le fulmino con la mirada. Le molesto sobremanera que planteara la posibilidad de dormir con su "alma gemela". Y luego desestimo el pensamiento argumentando que ella podía hacer lo que quisiera.

Aunque a el no le gustara un pelo su tendencia por dormir con los chicos, así fuera por la razón equivocada.

Para su sorpresa, leiftan propuso - Ira nevra contigo. En tanto, yo me retirare a mi habitación, con permiso.

- Ufaaa, yo keddiiiaa al dubbbio...- protesto haciendo un gesto con la nariz que al ojigris le pareció encantador. "¿Encantador? ¡Por el oráculo! ¿Qué me pasa?", se pregunto asustado, maldiciendo a su mente por decir tan maño atrevimiento.

- Ni se te ocurra pensar que me acostare contigo. - se apresuro a aclarar, sintiendo sus mejillas arder, dándole calidez a su cuerpo frio por naturaleza. En tanto, la ojivioleta con una sonrisa ebria y le recordó - Ezzzooozzz dddoooozzz vvvvveeeezzzozzz kkkeee nnooozzz ddddiiimmmoozzz dddduuuzzzeennnn lllooo kkkooontddaaddiio.

- Entra a la habitación o te juro que te dejo sola en tu habitación. - le amenazo el con una de sus sonrisitas de antaño, sabiendo que odiaba dormir sola. - Hasta donde se, me has estado usando de muñeca para dormir muy bien, ¿Recuerdas?

- Nnnnooo eeezzz juzzzztttoo. -se quejo ella, entrando en la habitación seguido de un nevra feliz de haber dado en la tecla.

Al otro día, en la habitación de erika...

La muchacha se despertó con su habitual migraña y alcanzo su mano hacia uno de los cajones de su mesita de luz, extrayendo de esta una de las pociones para el dolor de cabeza. Pues ya se había hecho costumbre tener un buen stock en caso de que se fuera de mambo, como era este el caso. Luego se levanto, extrajo una muda de ropa y antes de dirigirse rumbo a las duchas, contemplo a nevra quien lucia como un maldito ángel caído sumergido en un sueño profundo.

Si que se había tomado su papel de niñera muy en serio.

Pero, ¿Por que lo hacia? Que ella supiera, su trabajo como mano derecha ya le quitaba bastante tiempo como para sumarle el entrenamiento semanal y los casi continuos acompañamiento nocturnos hacia su habitación cuando ella se pasaba de copas.