Capítulo VI.

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Dipper vs Hombría.

Era nuestro día de descanso, así que Wendy y yo nos encontrábamos en la cafetería de linda Susan desayunando mientras hablábamos de Robbie, bueno, en realidad ella hablaba, yo solo intentaba no vomitar mi desayuno.

-Pero en serio, ______, Robbie es tan profundo... y misterioso.- Decía realmente metida en sus pensamientos.

Negué. -Si tan profundo como una piedra y tan misterioso como Dipper...- Murmuré bajo así que no me oyó, pero no importaba, justo en ese momento vi a Dipper caminar hacía una especie de juego con panqueques, al leer el nombre del juego no pude evitar dejar salir una ligera risa, "Medidor de hombria", fue cuando Wendy por fin notó que no le prestaba atención y me vio con reproche, con un ligero movimiento de cabeza le indique que volteara a ver a Dipper y cuando lo hizo también rió un poco, ¿Qué pretendía hacer, Dipper? O sea... Era un tonto juego, pero algún truco debía tener y no creía que Dipper fuera lo suficientemente fuerte, no porque no fuera un hombre, que eso era discutible, sino porque el niño pesaba como 40 kilos y en definitiva no podía hacer ni una flexión. Dipper intentó mover la palanca fallando en llegar al final.

Dipper se giró algo desepcionado y al ver que lo observaban rió nerviosamente. -El juego debe estar roto amigos.- Declaró tratando de salir de la situación incomoda. En ese momento el padre de Wendy apareció y camino a la maquina. -Ni te esfuerces amigo, el juego está roto.- Le advirtió Dipper algo nervioso.

Aun así el padre de Wendy se acercó a la maquina y con un solo dedo empujó la palanca hasta el final con facilidad haciendo estallar la maquina y creando una lluvia de panqueques en el lugar. Dipper al ver esto salió huyendo del lugar mientras todos gritaban felices por los panqueques gratis.

Me giré hacía Wendy. -Lo siento, pero debo ir a ver si Dipper está bien.

Ella asintió con la boca llena- No pasa nada  ve.- Apenas logró pronunciar con los panqueques que tenía en la boca.

Salí de ahí rápidamente buscando a Dipper con la mirada, solo encontrándome con los policías del pueblo jugando alrededor de un hidrante roto sin camisas. Negué con asco y seguí buscando a Dipper por las calles, pero al no encontrarlo decidí ir a buscar al bosque, después de todo no podía estar tan lejos, el pequeño enano no podía correr tanto, pero al ser bajo iba a ser difícil encontrarlo.

-DIPPEEEEER!!!- Lo llamé por quinta vez sin obtener respuesta. -Mierda, niño ¿Dónde te metiste?- Seguí buscando, el lugar me estaba poniendo un poco nerviosa, no había estado en el bosque desde la noche de la tienda embrujada donde tuve ese extraño encuentro, por suerte el que fuera de día me hacía sentir más segura, pero aun me mantenía alerta. -¡Mierda, Dipper! ¡Si no sales ahora mismo te juro que-!- Gruñi con un poco de frustración. Fue entonces cuando sentí como si alguien me observara. -Ya era hora, niño.- Me giré esperando encontrarme con la triste o molesta cara de Dipper, pero para mi sorpresa, no había nada, lo que me causó un escalofrío. -Tal vez ya volvió a casa...- Murmuré para mi misma y empecé a caminar de vuelta a la cabaña cuando de pronto, todo se volvió negro.

Por fin estaba recobrando el sentido, aunque aun no podía ver mucho y no solo era el hecho de que mi visión estaba nublada, sino que además la luz era muy poca, casi nula. Me senté en el piso, al parecer me encontraba en una especie de cueva por lo que podía sentir, estaba por ponerme de pie para intentar salir de ahí cuando una pequeña luz azul apareció a lo lejos, cosa que en lugar de conformarme me hizo sentir más nerviosa, se parecía mucho a luz que vi ese día. La luz se fue acercando, y conforme se acercaba el brillo era más intenso haciendo que mis ojos dolieran y tuviera que apartar la vista frotandome los ojos.

Gravity Falls. The Legend Of Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora