Galerías de Notas en Bellas Artes

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Al día siguiente, una multitud se agolpó en el comedor o Sur Center, todos en medio de un tropel escandaloso mirando el enfrentamiento, Hua Cheng estaba de pie, el uniforme encajando perfectamente con su figura corporal. Su corbata aflojada y sus manos revestidas con unos guanteletes de un negro obsidiana, el cuero dibujando sus dedos.

Emanaba un aura extremadamente densa, tan peligrosa que podía materializarse y empacarse.

Una silla de madera lustrada rota, a su lado, Jun Wu con el labio partido. No hacia falta narrar que ocurrió, era evidente que la pelea fue unilateral.

En la noche anterior, Hua Cheng salió hecho un manojo de furia en busca de Jun Wu que actuara como centrifugo, exudando su temperamento corrosivo con solo caminar, Wei Ying corría detrás con enormes ansias de ver la acción, incluso pensó hacer un directo en su red social, luego pensó que mejor sería grabar, apenas deteniéndose cuando Hua Cheng llegó frente al edificio del meetroom chocando su nariz en la tensa espalda. Planeaba irrumpir en el lugar, dar un par de puñetazos y una vez que Jun Wu se arrodillará suplicando por perdón propinarle una patada en la frente, si, en la frente, Hua Cheng tenía la firme idea de que si golpeaba la frente de Jun Wu dejaría esa mentalidad de un idiota casanovas o caería en coma, las dos servía. Sin embargo, para cuando ya estaba disfrutando su triunfo, descubrió muy tarde que Jun Wu había sido llamado por el sub director Lan Quiren a una reunión de último momento. Tuvo que tragar el amargo sabor de la espera.

Además no sería divertido si no podía humillar a Jun Wu delante de la escuela. Así como el hizo con Miam Miam, y tenía que ser por Xie Lian.

Pero eso no le impediría regresar mañana, así que solo espero.

Esa mañana, con toda la emoción del mundo, sacó sus guanteletes de cuero negro, símbolo muy conocido en la escuela, cada vez que los guanteletes aparecían, un estudiante terminaba en la camilla de la enfermaría, así que era un mal presagio, un buen escandalo si tú no eras el desafortunado.

Hua Cheng no hizo esperar a su público cumpliendo sus expectativas tan bien como si fuera planeado. Él, de un golpe podía destruir un perfecto rostro hasta volverlo un pedazo de carne desaliñado. No era un luchador educado, es decir, no practicaba artes marciales por lo que no sabía de técnicas para mejorar la potencia o posturas para reducir los daños de un golpe, en consecuencia, sus peleas eran pura fuerza bruta y resistencia nata, aunque había aprendido visualmente un poco de defensa personal.

- Como todos dicen, eres un desadaptado, incluso puedes iniciar una pelea en el Sur Center – Jun Wu se sentía dichoso, miro a Miam Miam sosteniendo uno de los brazos de Hua Cheng, ella no estaba nerviosa, era un cubo de hielo con una nota de egocentrismo. – Me pregunto que pasará cuando al director Yue se le notifique –

- Cierra la puta boca – Hua Cheng intentó acercarse para terminar de romper la quijada de Jun Wu, no obstante, Miam Miam lo detuvo con firmeza.

- Puede ser así, pero aún tendrás que explicar porque A-Cheng te golpeó, ¿papá seguirá respaldándote luego de insultar a su única hija? –

Los que recién llegaban preguntaban que fue lo que pasó, algunos estaban preocupados por Jun Wu mientras que otros eran curiosos de a quien respaldaría el director Yue, otros esperaban enterarse de porque Miam Miam dijo que Jun Wu la insultó, la respuesta es sencilla, no hubo insulto alguno, Jun Wu podría ser una jodida molestia pero nunca vulgar, esas cosas se las dejaría a los críos de segundo año y su hermano mayor.

- ¿Cómo podría perder mi tiempo en una mujercita como tú? – Jun Wu se reincorporó, con su pregunta retórica todos entendieron que Jun Wu tenía el don natural de insultar sin usar calificativos de baja caña, por lo tanto, se encontraron en una encrucijada mirando con extrañeza a Miam Miam, puesto que decir que la había insultado no es del todo correcto, Jun Wu escupió la sangre que se acumuló en la parte interna de su labio - ¿Acaso el matón que tienes a tu derecha no vino específicamente a golpearme sin siquiera un buenos días? –