Los Spoelberch's.

IV

Julio 18.

Jazmine Spoelberch.

Después de salir de casa,y todo ese circo del cumpleaños de Gina.

Me vine a caminar al bosque, me gusta el silenciado de este lugar.

Me llena de "Tranquilidad."

Estoy caminando pero estos estúpidos zapatos de minitacon me molestan.

Así que me los quito y los arrojo a alguien lugar del bosque.

La tierra mojada por la anterior tormenta hace contacto con mis pies y cierro los ojos ante está cálida sensación.

Dejo salir un suspiro lento y luego alzó mi rostro para ver el cielo.

Abro los ojos y las nubes moviéndose me calman, admiro por un rato la belleza que nos ofrece el cielo.

Veo a mi alrededor y los árboles inmensos me rodean, lo verde y pastoso de la naturaleza me encanta.

Estoy disfrutando de mi soledad cuando detecto algo con el rabillo de mi ojo.

Me doy vuelta hasta quedar frente a esa dirección.

—Otra vez siguiéndome.–Le digo.

—Es inevitable.–dice el chico saliendo de la oscuridad.

—Oh, que diría Gini sobre esto.

Vinnie sube y deja caer sus hombros.

—No lo sé, pero se volvería loca eso es seguro.–contesta.

Rio un poco.

—¿Que haces aquí?

—Admirando la naturaleza, además no podía quedarme a ver todo esa farsa.–me volteó para caminar–¿Y tú?

—No lo sé, solo quería ver a dónde te ibas tan molesta.

—Gini no es persona favorita.

—Todos lo sabemos–Dice con una sonrisa de ironía.

Estamos caminando sin dirección alguna, hablamos de cosas sin sentido y río antes los chiste malos de Vinnie, su presencia siempre ha sido agradable para mí.

—¿Podrías dejar de ser tan obstinada una vez en tu vida?

—Las personas más importantes en el mundo son obstinadas.

—¿Por ejemplo?

Me quedo pensando por un segundo.

—Mi padre.

—El no es importante en el mundo.

—Pero si en este aburrido pueblo.

Seguimos caminando cuando mi mirada detecta algo entre unos arbustos.

—¡Siiii!–dijo salir un chillido.

Vinnie me observa confundido.

—Lo mejor de este recorrido.–digo y doy pequeños saltitos.

Me alzó un poco el vestido que tengo puesto y Vinnie mira hacia otro lado.
Sacó un cuchillo de caza de que tengo en la caderas.

Estaba sujetado con mi pantys.

—¿Que estás haciendo Jaz?

—Shhhhh.

El me mira con cara de confusión absoluta.

Me inclino un poco y tengo en la mira en mi objetivo.

—Si quieres te vas, estaré bien–digo en un susurro.