Halloween

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Salí de mi departamento suponiendo que mi disfraz iba a pasar por desapercibido y que no se iba a notar que era una sábana mal cortada con tijeras.

De verdad espero que no se note.

Una vez que mi puerta se abrió, me encontré con Zayn vestido de pirata. Su cabello estaba cubierto de gel hacia atrás, el traje se apegaba a su cuerpo y tenía un parche que cubría su ojo derecho. Mi sonrisa se expandió en burla cuando lo ví disfrazado de esa forma. Me eché a reír.

Zayn me miró de arriba a abajo y levantó una ceja por mi risa repentina. — ¿De qué te ríes?.

Paré de reír un poco y lo miré. — ¿En serio?, ¿pirata?.

Él se encogió de hombros. — No sé de qué te quejas, ¿Olvidaste comprarte un disfraz y cortaste una sábana?.

Mi sonrisa desapareció y me miré completo para ver si lo que decía Zayn era del todo cierto. Lo volví a mirar al notar que, tenía razón. — ¿Tanto se nota?.

Él rió. — No, solo no te quites los lentes de sol. — Me guiñó el ojo en burla.

Le seguí la burla. — Y vos no te quites eso. — Le señalé su ojo cubierto con un parche color negro.

Nos reímos mientras nos dirigimos hacia el auto de él, el cual nos iba a llevar a la casa de Liam.

La noche estaba hermosa, estrellada como nunca, la luna estaba en su mayor fase, luna llena.

Una vez que nos subimos al auto, Zayn prende el motor, y yo comencé a prender la radio para buscar alguna canción que nos active para llegar a toda pila a la fiesta.

La casa de Liam quedaba del otro lado de la ciudad y era un viaje bastante largo. Por ello, íbamos a escuchar varias canciones de la radio por mientras.

Me toqué los bolsillos para hallar mi cajetilla de cigarros. Mi pulso se aceleró cuando no encontré la cajetilla. Me ponía muy nervioso no tener mis cigarros a mano, era mi jodida adicción.

Zayn me miró con el ceño fruncido mientras seguía manejando. — Ey, ¿Qué pasa?.

Volví a tocarme los bolsillos y seguía sin sentir  la cajetilla. — No encuentro mi cajetilla.

Él rodeó los ojos. — Te la olvidaste.

Negué con la cabeza. — No puede ser, no puede ser, maldita sea.

Zayn suspiró a mi lado. — ¿Querés que te dé de mi cajetilla?.

Lo miré con los ojos brillando y casi suplicando. — Por favor.

Él me pasó un cigarrillo y su encendedor para prender.

Puse el cigarro sobre mis labios y utilicé el encendedor para prenderlo.

Una vez que el fuego quema la parte del tabaco le devolví el encendedor a Zayn. — Gracias, te debo una. — Le dije mientras aspiro el humo que va entrando en mi interior y queda un buen rato instalado en mí cubriendo cada parte de mi cuerpo, hasta que lo exhalo por la boca y todo el humo se va.

— Me debes varias. — Me dijo con una sonrisa de lado.

Reí mientras tenía el cigarrillo entre mis dedos. — Varias.

Todo el camino fue de cigarrillo tras cigarrillo, charlas, burlas, música, lo típico de siempre. Me gustaba tener su compañía, es como un hermano para mí.

Al llegar buscamos a Liam para saludarlo y hacerle saber que habíamos ido, pero al cabo de un minutos nos rendimos ya que no lo encontrábamos entre tanta gente.

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