Como todos los días, me despertó el rayo de sol que se atravesó por la ventana de mi habitación. Recayó en mis párpados con un toque de violencia para que yo me despierte.
Efectivamente, logró despertarme.
Me senté en la cama y formé mis manos en un puño para pasarlas por mis ojos. De esa forma suponía que tendría menos sueño.
Me estiré y me quedé observando la ventana. Pensando.
Ayer en lo de Zayn, no tocó más el tema de la persona que lo había llamado. Solo comió la pizza, me pagó y luego de un rato me fui.
Volví a la pizzería y simplemente tuve tres llamados más que me pedían mi servicio, el cual estoy un poco contento de ello.
Hoy era otro día en donde debía de ir a la pizzería. Busqué con la mirada mi celular, para saber qué hora es, creo que un poco puedo adivinar qué hora es por el rayo de sol que se asomaba en la ventana, pero nunca está de más confirmar.
Eran las diez de la mañana, a las doce entraba a trabajar.
Me queda una hora para desayunar.
Me dirigí al baño y como siempre hago, me quedé unos minutos observándome en el espejo.
No por el hecho de que me guste mirarme, sino que cada día noto un defecto más en mí. Y los otros pareciera que cada día empeoran.
Me recorren escalofríos cada vez que pienso en lo inseguro que soy, sé que no es bueno pero no puedo evitarlo.
Mi pelo desordenado sin ningún tipo de brillo en él, mis ojos azules que los invaden pequeñas ojeras que se forman cuando no duermo bien, mi diminuto cuerpo que si alguien tres centímetros más alto que yo quisiera aplastarme, podría.
Mi voz "femenina", que toda mi infancia e adolescencia me han hecho saber que estaba mal.
Yo era un error.
Me acostumbré a entender que por ahí ellos tenían razón aunque tuviera a Zayn de mi lado repitiéndome que ellos estaban equivocados.
Pero, es difícil.
Es muy difícil no dejarse llevar por los pensamientos que atrapan a la mente.
Eso es algo que algunas personas no comprenden.
Moví mi cabeza de un lado a otro para dejar de pensar siempre en lo mismo, aunque ya fuera algo cotidiano para mí.
Mi vista se dirigió a mi cepillo de dientes, le puse pasta de dientes encima y comencé a cepillarme.
Debo de admitir que algunos días me levanto apagado, sin ganas.
Creo que a todos nos pasa algo parecido.
Pero es una cosa en la que mi cuerpo no ayuda, mi ánimo tampoco, y mis emociones simplemente es como si dejarán de existir por un momento.
Capaz es porque vivo solo, no lo sé.
No me despierto con una voz hablándome, no me despierto con alguien a mi lado o en una habitación cercana, no me despierto con alguien escuchando música.
Es despertarme y dormir en una casa solitaria, solo.
Capaz es hasta que me acostumbre, es muy reciente aún el hecho de que me haya mudado acá. Solo tengo que esperar a que pase el tiempo para poder acomodarme y poder llamar a esta casa, hogar.
Escupí el agua que estaba mezclada con la pasta de dientes y enjuagué mi boca. Luego me lavé el rostro, hice mis necesidades y salí del baño.
Suspiré viendo el departamento, tan... sin vida.
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Two Ghosts
Hayran KurguEste es un fanfic el cual está inspirado en Larry, este fanfic pasa por muchas etapas, entre ellas, drama, amor, odio, alegría, tristeza, felicidad, entre otras. Lo que tiene de interesante este libro es su final. ¿Final feliz? o ¿Final triste?. Lo...