Cafetería

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— ¿Pasó algo?, ¿Te despidieron de tu trabajo?. — Zayn se preocupó.

— Eso no importa ahora, háblame del trabajo que me tenías, por favor. — hablé en un tono bajo, como desesperado. Escuché un suspiro como respuesta.

— Bien, el trabajo que te tenía era un puesto para repartidor de pizza. — me respondió.

Asentí. — Perfecto, lo quiero, dime la dirección y yo voy hacia allí.

— Louis, es muy tarde para que vayas, mañana hablo con mis contactos del lugar y les digo sobre vos.

Miré la hora en mi celular y confirmé que él tenía razón, eran las nueve de la noche, era imposible que en algún lugar te atendieran a esta hora. — Esta bien.

— Pero mañana podemos vernos antes de tu trabajo, por lo que sé, ahí se trabaja a la tarde, de doce del mediodía hasta las seis de la tarde. — Tomó aire para seguir hablando. — De igual forma, mañana te comento mejor, si querés nos vemos en la cafetería Beachwood, ahí me comentas sobre tu antiguo trabajo y yo te comento de este nuevo, ¿si?.

— Sí, gracias Zayn, me salvaste. — Me sentí más aliviado.

— De nada hermano, siempre voy a estar.

— Debo de cortar, hablamos luego, ¿nos vemos mañana a las ocho?.

— Nos vemos mañana a las ocho. — Confirmó.

— Bien, te amo bonito.

Él rió. — Te amo princesa.

Corté y me tiré a la cama. Aún estaba envuelto en una toalla así que me separé de la cama para ir hacia el closet. Busqué un pijama para ponerme y dormir.

Entre mis cajones saqué un bóxer que me puse enseguida. Luego me puse una remera manga corta blanca con líneas negras de costado, tenía un bolsillo negro y pequeño en ella. También me puse un pantalón negro con líneas grises y blancas, era muy abrigado. Metí mis pies en mis pantuflas azules, éstas eran muy calentitas una vez que las usas por varios minutos.

Me saqué las pantuflas y me metí a la cama, me tapé con las sabanas y me puse a analizar. Como siempre hago antes de dormir.

Capaz es algo automático, cuando dejo de hacer algo o estoy completamente solo con mis pensamientos, simplemente es inevitable el hecho de ponerse a pensar.

Suspiré y cerré mis ojos. En mi mente por alguna razón se apareció el rostro de Harry, recuerdo que en la fiesta no se lo pude ver porque él estaba vestido de fantasma y por ello no podía verle la cara, ni tampoco podía verle los ojos por los lentes que traía puestos, al igual que yo.

Irónicamente, sus lentes eran verdes, al igual que sus ojos.

Moví mi cabeza de un lado a otro intentando negarme a pensar. Decidí enfocarme en dormir.

— Louis...

Aún en mi mente resonaba la voz de Harry.

Debe de ser porque nunca le había visto ni la cara ni los ojos, por eso me quedó tan impregnado el momento del restaurante, además que fue un momento traumático, por ese momento perdí mi trabajo.

Y mi estabilidad emocional.

La existencia de Harry arruina la mía.

Diablos, ¿por qué estoy pensando en esto todavía?.

Debo de dormir, se supone que mañana tengo que ver a Zayn y aún no logro conciliar el sueño.

No tenía hambre, así que hoy no iba a cenar.

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