Parte 2

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Capítulo 2:

De nuevo me levante tarde, ¡TARDE!!, bueno no tan tarde como hace dos días, pero al menos tengo un poco más de tiempo para ver bien que me pongo, me puse de nuevo otro vaquero y un cárdigan corto de un tono negro y unos tenis, me puse un poco de maquillaje y en mis ojeras no se puede hacer nada, baje y al salir de casa pase por un café para ir de nuevo a la escuela.

Tenía demasiado sueño y aburrimiento como para poner atención, inclusive cada que podía me echaba pequeñas siestas en las clases, en el tiempo de receso al ir a la cafetería me sentía como un zombi andante, no tenía ganas de hacer nada, tampoco tenía tanta hambre, solo comí un poco del puré que daban y me fui hacía las gradas pero antes de salir me cruce con Jacob, iba con la cabeza agachada, su mirada fija en el móvil, pero a pesar de que así no hablábamos considere digno acercarme a agradecerle por invitarme a su fiesta, bueno a la de los tres, pero él me invito, el punto es que me acerque con cuidado y le di un toquecito a su hombro para que reaccionara y me volteara a ver, cosa que no funciono por que traía puestos sus audífonos y estaba distraído entonces tuve que dar otro toque un poco más fuerte, provocando que levantara rápido la cabeza y se quitara sus audífonos haciéndome retroceder.

-¡Katherine!! Hola que gusto verte –me apretujo en un abrazo muy dulce atrayéndome hacía el, conmovido por mi presencia- que paso, como has estado, hace mucho que no hablábamos –esbozo una sonrisa contagiosa que me hizo sonreír por igual-

-Hola Jacob, bien espero que tu igual, y si tienes razón ya no habíamos hablado, pero te vi y te quería agradecer por haberme invitado a su fiesta, espero poder ir –Jacob siempre es así de amable y agradable, quisiera poder decir lo mismo de Chase-

-Diría que la reacción de él fue sonreírme de vuelta y contarme más sobre esa famosa fiesta o algo por el estilo, pero estaría mintiendo, el realmente se quedó con una cara de perplejidad absoluta, era como si le hubiera hablado en otro idioma-

-Ohh yo no... -y así repentinamente se calló durante unos cuantos segundos y formo una sonrisa divertida, no entendí porque esas expresiones, ¿había dicho algo que no recordara?, aunque no creo- Si claro no hay de que, supuse que sería buena idea invitarte, así podría recompensarte por lo amable que has sido conmigo, tómalo como agradecimiento y a la vez porque te he cogido cariño –eso no me lo esperaba, primero perplejo, después divertido y ahora amable, pero bueno también le correspondí la amabilidad-

-Gracias, bueno te tengo que dejar para ir a mi siguiente clase, hasta luego –se pasaba volando el tiempo de receso, pero el tiempo de clases pasaba como tortuga, estaba sobre pensando que había pasado hasta llegar al salón, me adentre y me senté hasta el fondo, tocaba matemáticas.

La maestra entro e hizo su saludo de siempre para después comenzar a hablar de un tema- apunten en su cuaderno las ideas principales. Las funciones trigonométricas son funciones establecidas con el fin de extender la definición de las razones trigonométricas a todos los números reales y complejos... -y así estuvo toda la clase, hasta que de suerte acabo-

Al salir del salón corrí hacia la biblioteca, no quería quedarme a que salieran los cavernícolas de mis compañeros, aparte unos cuantos días me quedo a la salida leyendo un rato hasta que vayan a cerrar, es un hoobie bastante encantador, leer es mi pasión, para muchos leer es solo palabras sin sentido alguno, pero para mí es un paraíso entero.

A llegar de suerte estaba vacía, casi nadie viene aquí después de clases, todos salen desesperados para irse a sus casas.

Deje mis cosas en una silla para poder ir a por un libro, estaba leyendo un libro que me encanta, una vez que lo tome me fui a sentar, lo empecé a leer en donde me había quedado, de repente empecé a ver borroso y luego nada más negro.

Frente a la luz del anochecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora