Capítulo 4:
Hoy era el día de la fiesta, ya habían pasado dos días desde que fuimos a comprar ropa, y me había estado evitando en la escuela, inclusive llegue a sentirme culpable, ¿acaso yo había hecho algo? no se lo pregunte, al menos hasta hoy, que dijo que vendría a recogerme para ir a la fiesta, podría preguntarle, pero no sé, lo único que sabía era que tenía que apurarle para llegar a la escuela.
Al llegar los pasillos estaban llenos de cotilleos sobre la fiesta que se avecina, si la fiesta ya estaba en boca de todos sin siquiera haber empezado, no se imaginan como estarán todos en ella y después.
El resto de la mañana se repartió en clases demasiado agotadoras, de suerte teníamos el receso donde iría a continuar mi lectura que deje a medias ya que me venció el sueño y cierto señorito empezó a joder.
Al llegar no había nadie como la mayoría de las veces, por lo que cuando tenía el libro en mis manos me puse mis auriculares comenzando a resonar mi playlist, y continúe mi lectura.
Estaba demasiado concentrada hasta que sin necesidad de voltear lo presientí a mi costado, invadiendo mis fosas nasales con su loción más cara que mi riñón, percatándome de su hostigante presencia.
-¿Qué? –pregunté directamente sin rodeos, ni siquiera le permití hablar primero-
-Nada, vine a saludar a mi pesada favorita –JA, esa ni se la cree el mismo, se escuchó más falso que nada-
-Ajá–rodeé los ojos- ¿Qué quieres? –fui directa-
-Vengo a decirte que pasaré por ti a las ocho de la noche para que estés lista, ten claro que soy un hombre que carece de paciencia así que te necesito lista –dijo tratando de encontrar mi mirada, pero no lo consiguió hasta que termino de hablar-
-¿Eso es todo? –alce la mirada fulminándolo-
-Odio que me interrumpan mientras leo, y el simple hecho de tener a este semental dios frente a mí no ayuda en nada.-
-Estoy hablando en serio Katherine –si sus ojos fueran cuchillas ya me hubieran atravesado-
-Y yo también te estoy preguntando en serio -sé que estoy jugando con fuego, pero ni me importa ya que sigo molesta-
-Eres una pesada, ya te dije lo que venía a decirte así que no tengo nada más que hacer aquí –me volvió a aniquilar con la mirada antes de desaparecer de mi vista-
Por mi parte no le preste atención y volví la mirada a el libro, esperando a que terminaran los minutos que quedaban para que se terminará el receso.
Al terminar mis clases me dirigí a la salida, todas las chicas tomaban rumbo hacía lugares para ir a comer, tiendas de ropa, entre otros entre ellas, pero yo nada más me aferré a mi mochila y avance hacia fuera, o eso intente porque una chica que reconocí muy bien me tomo el hombro.
-Hola... ¿Katherine? –Asentí- soy Claire –extendió la mano la cual tome dudosa- no sé si me hayas visto pero soy una de las amigas de Chase
-Sé quién eres –esboce una sonrisa un tanto tímida, no se me da bien socializar-
-Ahh vale, que bien –sonrío mostrando su dentadura, es de esas personas que les es imposible no contagiarte su felicidad- me estaba preguntando si te gustaría acompañarme a comprar mi vestuario para esta noche, Jules estaba ocupada y quería invitarte, no he tenido el beneficio de hablarte, pero –se estaba poniendo nerviosa por lo que mejor trate de intervenir-
-Claro que me gustaría –la corte haciéndola sonreír-
-Genial, vamos –tomo de mi mano jalándome hacía el estacionamiento-
-Primero vamos a comer una grasienta hamburguesa que tengo afán –esta chica comenzaba a agradarme-
La tarde transcurrió en demasiadas compras, ame su vestuario, era una falda entubada con una blusa demasiado bonita, las mangas caían a los hombros, era en escote V como el de mi vestido y unos botines, todo en un color negro que la hacían ver inalcanzable y superior.
Después de ahí fuimos a un spa y salón donde nos relajamos al cien, después nos arreglaron, su maquillaje y peinado la hacían lucir hermosa, yo simplemente pedí un maquillaje sencillo con el cabello ondulado.
Al terminar eran las siete de la noche, hicimos buen tiempo, pero la pase bien, Claire me acompaño a casa.
-Gracias, me la pase muy bien –me es inevitable no sonreírle a cada nada-
-No hay de que, ¿no quieres que te lleve a la fiesta?
-No gracias, Chase dijo que vendría por mi
-Bueno está bien, de cualquier manera, si necesitas algo sabes que tienes mi número y estás invitada a ir por otra hamburguesa cuando puedas, –esta chica es un amor-
-Acepto y gracias, lo tomare en cuenta –me despedí de ella para después adentrarme a mi casa-
El tiempo restante lo aproveché leyendo un libro que tenía en mi habitación, no tengo tantos, pero los que tengo los he aprovechado demasiado.
Cuando faltaban pocos minutos para la hora indicada fue cuando me empecé a vestir, el vestido ya estando arreglada me hacía sentir como una diosa, mis labios lucían un tono carmesí carnosos, mi cabello azabache caí a mis costados sobre mis hombros y mis ojos color esmeralda relucían entre mis rasgos faciales.
Me puse a esperar su llegada, ya eran las ocho con cinco minutos, pero no es mucho tiempo, capaz que se le atravesó algo, pero ya viene.
Conforme pasaban los minutos iba sintiendo cierta desesperación y un cosquilleo en el estómago de nervios, no quería presionarlo, pero le mande un par de mensajes preguntándole si iba a tardar e inclusive lo llame una vez, pero no recibí ningún mensaje o llamada de su parte.
Pasaron quince minutos y nada, paso media hora y seguía sin llegar hasta que paso una hora y media y no pude evitar sentir como se me comprimía el pecho. Estaba claro que no iba a llegar.
Media hora después no pude evitar tomarme el atrevimiento de llamar a Claire quién me dijo que se le había hecho tarde porque se quedó dormida y todavía no llegaba por lo que le pedí si pasaba por mi.
Minutos después llego por mí con cara adormilada, el labial un tanto corrido y un poco de saliva seca en una comisura de sus labios.
-Gracias por venir –le di un medio abrazo un poco apenada-
-No te preocupes, y no es por cuestionarte, pero ¿y Chase? –pregunto enarcando una ceja y no pude evitar volver a sentirme dolida-
-No vino por mí –agache la mirada al instante para que no se diera cuenta del brillo que adquirían mis ojos mientras se humedecían-
-Pero ¿te dijo algo?, no sé, tal vez que estaba un poco ocupado ¿o algo así?
-No me dijo nada, simplemente no vino –se me entrecorto la voz-
- Hey lo siento, es un imbécil, pero trata de ignorarlo, vas a llegar a esa fiesta como lo que eres, una diosa inalcanzable, no dejes que se dé cuenta que te hirió –me dio un abrazo que transmitió tranquilidad y cariño el cual respondí sin dudarlo-
-Gracias –le dedique una pequeña sonrisa-
Enseguida Claire arranco el auto y conforme nos íbamos acercando a la mansión Kilgelman empecé a sentir demasiado nerviosismo, sin saber que me dirigía a un lugar donde claramente quedaría mas dolida.
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Aclaración: si quieren darse una idea del vestido busquen en internet Spree Dress
𝐒𝐞 𝐥𝐞𝐬 𝐚𝐦𝐚
𝐂𝐨𝐧 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐚𝐦𝐨𝐫
~𝐒𝐚𝐫𝐚~
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Frente a la luz del anochecer
TeenfikceKatherine Poulain lleva tiempo enamorada de Chase Kilgelman, el típico chico popular y de dinero de la escuela, estaba claro que nunca caería su atención sobre ella, pero todo cambiara cuando reciba la invitación para una de las mejores fiestas del...