Tenía que obligarlo a ir, pero se negaba tenía que cambiar ser un chico sano y no el que era, el agresivo y cosas así.
Estaba con un un viernes, lo tenía abrazado estábamos en su cama escuchando música de la kenini.
Yo le decía que algún día cantaría con ella, el me decía que lo iba a cumplir que me iba a apoyar en todo.
El tenía una guitarra y tocó y comenzamos a cantar una canción super hermosa que se llama colgando en tus manos.