5. Rubíes

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Día 5: día libre. AU normal
Mucho bakusquad y videojuegos
Segundo año escolar

[...]

Sero se despierta con la alarma esa mañana y suelta un bostezo cansado mientras permanece tirado en la cama, haciendo absolutamente nada, mientras observa el techo de su habitación.

¿Debería levantarse?

Normalmente lo haría enseguida, porque debe ir a clases más tarde, pero una parte muy en el fondo le dice que permanezca echado en la cama, que descanse. Y vagamente está consiente de ello.

Pasan largos minutos donde el azabache no hace nada más que seguir echado en la cama mientras observa el techo de la habitación, y quizás ni siquiera eso, porque tampoco siente que esté viendo algo en realidad. Solo está ahí, ido en su mundo mientras se debate entre levantarse o no.

Y cuando se decide por levantarse, Sero recuerda que ese día el profesor Aizawa había comunicado que no tendrían clases hoy ya que harían mantenimiento en todo el edificio y mejorarían el sistema eléctrico y de seguridad de la UA, por lo cual no habría motivo para levantarse temprano hoy.

Suelta un suspiro cansado y se regaña mentalmente mientras vuelve a tirarse en la cama como peso muerto.

Joder, pudo haber seguido de largo si no hubiera olvidado apagar la alarma el día anterior.

Sero no se la complica demasiado cuando cierra los ojos y se vuelve a dormir, dejando pasar la mañana con rapidez entre sueños. No había motivo para levantarse, de igual forma.

Cuando sus ojos se abren nuevamente, Sero calcula que ya deben ser pasadas las once; así que, tras un perezoso bostezo y 10 minutos más echado en la cama, se levanta dispuesto a cambiarse el pijama y desayunar algo

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Cuando sus ojos se abren nuevamente, Sero calcula que ya deben ser pasadas las once; así que, tras un perezoso bostezo y 10 minutos más echado en la cama, se levanta dispuesto a cambiarse el pijama y desayunar algo.

Cuando baja al comedor del edificio de la UA y ve el reloj, Sero no puede creer cuando el aparato en la pared marca las 10:37 de la mañana y él se encuentra perfectamente ducado y con el cabello peinado en la cocina.

Joder, piensa, pude seguir durmiendo otro rato.

El azabache ignora el hecho que se levantó más temprano de lo usual un día libre y decide desayunar algo simple mientras los demás compañeros de su salón van bajando de a pocos con rostros somnolientos y pasos flojos. Él saluda a unos cuantos y se sienta en el sofá más grande mientras estira sus brazos y piernas para echarse un rato, aunque la relajación no dura demaciado cuando cierto chico rubio salta en su estómago con emoción a las 11:06 de la mañana.

—¿Bro? Ugh... ten más cuidado, casi me haces devolver el desayuno —dice Sero, acomodándose en el sillón para dejarle espacio a Kaminari.

El chico le resta importancia con un gesto vago de su mano y una mueca.

SeroKiri Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora