CaMeRa / wonkwan

05

Wonwoo

Mis días se basaban en la monotonía y homogeneidad. Por las mañanas un café tan cálido como el clima, un par de artículos nuevos y tendencias en la fotografía junto alguno que otro libro que llamara mi atención. En las tardes vueltas por la isla mientras trataba de fotografiar las cosas que encontraba maravillosas a la vista. Y por las noches, si Mingyu no llamaba, me limitaba a divagar sobre mi vida. ¿Hacia dónde me dirigía exactamente?

"¿Por qué me miras así?"

Hasta que un día de verano, mientras el sol abrasaba y la arena se pegaba a mi piel, conocí a Seungkwan.

"¿Así cómo?", me burlo yo.

"Así como raro", alega él.

"Pienso en que serías un buen modelo".

Me dejo caer sobre la orilla de la playa y arrastro a Seungkwan a mi lado. Las nubes grisáceas se asoman sobre nosotros y por un momento pienso que una tormenta se desatará a la brevedad.

"Sería un terrible modelo. Prefiero quedarme con la enfermería", se ríe. "Yo pienso que tú serías un buen modelo. Tienes la apariencia de uno, de cualquier manera".

Me giro de lado y apoyo mi cabeza en la palma de mi mano mientras lo observo a detalle sin poder evitarlo. Lleva un par de ojeras en su rostro y se ve tan cansado como cuando lo conocí.

"Prefiero estar detrás de las cámaras", explico cuando veo una gota de agua caer sobre su mejilla y dejar un rastro húmedo.  Luego otra en su frente. Al final una en su nariz. Sonrió cuando mira el cielo con disgusto.

Se alza de inmediato pero evito que se despegue de la arena, fría, porque no quiero que se vaya.

"Quedémonos un rato más", pido, aunque mis lentes se mojen y tenga que limpiarlos cada minuto.

Hace un puchero, pero termina cediendo; se mantiene abrazando sus rodillas a mi lado. Le paso mi chaqueta antes de que la lluvia intensifique, pero él decide que podemos compartirla ambos y la coloca mitad y mitad sobre nuestras espaldas.

"Nos enfermaremos y moriremos", se queja él mientras extiende la mano para atrapar las gotitas que van cayendo en armonía, una tras otra sin parar, como una melodía.

"Al menos moriremos juntos".

Seungkwan no puede evitar reírse ante mi comentario y yo me río con él.

"No puedo morir tan joven. Aún no me dan mi título".

"Te presto el mío".

"¿Y para qué querría yo el titulo de fotógrafo si la única cámara que sé usar es la de mi teléfono celular?", rueda los ojos pero termina riendo una vez más.

Un rayo incendia el cielo y un trueno lo sigue después. Seungkwan se tensa ante el sonido y se pega más a mi costado.

"Deberíamos irnos ya".

Esta vez le doy la razón y ambos corremos al techo más cercano con las manos entrelazadas, como si nos pudiéramos perder del otro. Con la ropa empapada puedo sentir el aire helado colándose hasta mis lumbares.

"Esta fue una terrible cita", dice temblando.

"Yo creo que fue una gran cita", contradigo yo mientras lo abrazo.

"No puede ser una gran cita si le ha faltado el beso".

Un nuevo rayo se abre paso en el cielo y las estrellas parecen resplandecer un poco más con la luz.

Me separo ligeramente del contrario antes de poder hablar. "Pensé que no había beso en la primera cita". Ladeo la cabeza y Seungkwan imita el gesto.

"Podemos hacer una excepción".

Acerco mi rostro al suyo y siento su aliento mezclarse con el mío. No me resisto y termino apresando su cintura, a lo que responde pasando sus brazos por mi nuca.

Al final es él quien me besa primero. Y yo sonrío incluso antes de que terminemos.

Entonces lo beso una vez más.