Prólogo

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Hoseok se encontraba sentado, un suspiro lleno su corazón vacío, su madre le tocó el hombro llamando su atención.

-Lamento no haber encontrado a un buen doctor.

-No es la culpa de nadie, es solo que la cirugía tenía sus consecuencias.

Su madre asintió sentándose a un lado de él, su niño a la edad de catorce años había perdido la vista, un día despertó y grito sintiendo el terror correr por su sangre.

Hoseok soltó otro suspiro, a pesar de que no le hacía falta nada, él sentía que le hacía falta todo el mundo.

Esa era la vida diaria de Hoseok, caminar dentro de aquella grande casa, pasar la mayoría del tiempo solo y solo escuchar el canto de las aves y el murmullo del viento.

No me mires Así (Yoonseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora