Karaoke / Feria.

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Capítulo VI.

Después del beso habían seguido viendo el anime pendiente, y no cambió absolutamente nada, todo seguía tan normal entre ellos, bueno, aparentemente eso era.

Pero Kenma esa noche rodó por su cama hasta caer y ahogó un grito, sus labios aún estaban quisquillosos, y aún tenía el sabor de Kuroo en ellos, a como pasaban los días prestaba más atención a Kuroo, más de cuando solo eran simples amigos, más de la que debía, porque justo en ese momento mientras miraba a Kuroo jugando voley mientras él estaba en las bancas podía confirmar que Kuroo era el hombre más hermoso ante sus ojos mientras jugaba, es decir, Kuroo era hermoso mientras sonreía con arrogancia a Bokuto porque le bloqueó un pase.

Pero recordar a Kuroo comiendo con él unas galletas en el área de medicina, con Kuroo usando una vata le hacía creer que Kuroo se miraría bien en un traje ridículo. Es decir, para sus ojos, Kuroo se miraba bien en todo, desde un simple pijama de gatos, hasta con el uniforme de medicina, con el de entrenamiento y por supuesto que también cuando se cambia en su modo cliché, verlo fumar era tan indescriptible.

Porque a él jamás le llamó la atención el fumar, jamás le gustó el aroma, pero ese mismo aroma era el de Kuroo, y a él le encantaba cuando Kuroo lo abrazaba por detrás y le inundaba de ese aroma era tan, agradable.

"¿Todo bien?" Kuroo apareció frente a él, la toalla rodeaba su cuello y pudo envidiar unas cuantas gotas que desaparecían por debajo de la playera deportiva.

"Estoy bien" nuevamente agarró su celular jugando, tratando de ignorar a su amigo "Hoy iré al karaoke con Suna"

"Lo sé, te iré a recoger en cuanto me llames"

"No hace falta"

"Claro que sí, iré por ti"

"Si no vas a ir es porque tienes tareas; no te distraigas y hazlas, yo voy a regresar por mi cuenta" Siguió jugando ignorando a Kuroo.

"No pienso dejarte solo así, iré por ti así sean las tres de la mañana" Kenma volteó para enfrenterle de nuevo pero había una cercanía bastante.

Sus narices se podían tocar casi casi: "Me estás poniendo difícil el no besarte en este momento" fue un susurro que dió Kuroo.

Kenma también era difícil. Tan difícil que se armó de valor para tomar la mano de Kuroo y salir de la cancha, claramente todos miraron aquello.

Kenma apenas pudo ocultarse en el callejón cuando ya estaba jalando la toalla que rodeaba el cuello de Kuroo, sus labios se encontraron de forma tímida y Kuroo no se apresuró en darle intensidad al beso, al contrario acarició el rostro del otro y permitió que fuera un mínimo roce.

Cuando Kenma movió primero sus labios, Kuroo pudo seguirle.

Fueron interrumpidos por un gato que salía de un bote de basura justo cuando las pisadas de los demás se escuchaban, Kenma se alejó y él solo pudo suspirar.

Cuando todos llegaron se creó un silencio: "Creímos que se estaban peleando"

"Algo así, Kenma solo me estaba rogando que fuera por él más tarde al karaoke" hubo un silencio como si no le creyeran y Kenma suspiró asintiendo.

Esa misma tarde, Kenma se tiró en contra de su cama, diría que brincó sobre ella, pero Kenma era lo suficientemente flojo como para rodar en su cama un par de veces y terminar en el suelo de la vergüenza que sentía de haber vuelto a besar a su amigo.

Sus padres no estaban cuando bajó ya cambiado para irse al karaoke, tomó las llaves y dejó una nota avisando su ausencia y justo al cerrar la puerta Kuroo le estaba esperando. Igual tenía un vestuario bastante lucido, jeans negros, playera blanca con chamarra de cuero negra y claramente su cigarrillo, la auténtica imagen de un fuckboy y Kenma no se molestó en ocultar su carcajada mientras apagaba su videojuego y lo guardaba en su bolsillo.

"He llegado a la conclusión que mis tareas se pueden hacer un día antes, pero ir al parque que está a más de 70km contigo no, así que vámonos".

"¿Qué tonterías dices? Ya he aceptado ir con Suna y los demás al karaoke"

"Sí, bueno, esto es un secuestro así que, vámonos" Kuroo alzó al pequeño cómo costal de papas y lo subió al asiento de copiloto.

El atardecer estuvo presente cuando Kuroo puso música y condujo por la carretera con rumbo fijo sin importarle que más personas lo estaban esperando a otro lado, Kenma pudo jugar mientras el otro conducía y cantaron algunas canciones que pasaban en la radio o Kenma se podía quejar de su videojuego, Kuroo lo escucharía siempre.

Llegar a lugar deseado fue cuando el cielo ya estaba tornado en tonos oscuros, pero la feria con los puestos y juegos mostraba luces y ruidos, Kuroo le tomó la mano y su primera cita no oficial comenzó.

Subiendo a juegos mecánicos dónde casi quisieron vomitar, tomándose fotos en cabinas fotográficas, jugando juegos al azar, Kenma lo bastante competitivo como para salir con mínimo un oso de peluche de cada uno.

Una sala de videojuegos dónde claramente Kenma ganó a personas que venían ya sea a impresionar o por diversión.

Cuando decidieron marcharse Kuroo tenía una leche de fresa en la mano y Kenma un algodón de azúcar. Se alejaron de la feria hasta que las luces ya no molestaban y se bajaron abriendo la cajuela, ambos se sentaron mientras miraban la gran ciudad bajo ellos, Kenma aún comiendo su algodón y Kuroo con un cigarro entre los labios.

"¿Sabes hacer trucos?" preguntó el menor.

"Of course" dió una calada al cigarro y con un Kenma bastante centrado en él, dejó escapar el humo formando un anillo de humo. Después hizo tres seguidos y Kenma lo miró algo asombrado. "¿Te gustó?"

"No soy mucho de salir y menos con tanta gente" Kenma respondió sincero y miró al otro tirar el cigarro en un bote de basura. "Pero fue divertido venir contigo"

Kuroo dejó ir lo que quedaba de humo en su boca y volteó sonriendo al menor, sus manos se rozaron, el rubio miró interrogativo por la acción al más alto y este tosió para afirmar el agarre en la mano ajena.

"Sobre el beso--" Kenma no pudo pronunciar nada cuando sus labios fueron nuevamente tomados por los otros, está vez el beso no era para nada tímido, Kenma pudo saborear el mismo cigarrillo y las fresas de nuevo, y estaba seguro que Kuroo estaba saboreando perfectamente el azúcar de su algodón.

No supo que hacer con sus manos por lo que las dejó caer a su lado, mientras Kuroo ponía las suyas en su cintura y se apoyaba contra el carro también.

No fue solo un beso.

El camino de regreso fue él viendo la ventana tomando la mano de Kuroo mientras esté conducía a 60 kilómetros por hora y maldiciendo que su jueguito se le hubiera acabado la pila.

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⏰ Última actualización: Jan 10, 2022 ⏰

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-'Strawberries And Cigarettes'-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora