PERSECUCIÓN

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"Saquen a estas basuras humanas de mi casa e incinérenlas."

"Limpien todo y reemplacen el piso de madera."

"No quiero volver a ver el mobiliario manchado en mi vida!"

El jefe Nam Joon esta furico dando ordenes porque no pudo hacer que los hombres que tenía arrodillados dijeran ni una sola palabra por más que los torturó.

No solo los asesinos Jung Kook y Taehyung sabían matar personas.

Pero el jefe era más directo y cruel.

Después de golpearlos, los abrió en canal como los malnacidos que eran para extraerles el corazón.

Esa matanza no había aminorado en nada su enfado por el ataque brutal a su casa.

Mientras que los abogados hacían pruebas de lealtad en el demas personal gracias al suero de la verdad que la familia mafiosa Baek elaboraba, Nam Joon seguido de Seok Jin supervisaban las obras de reparación que se llevaban a cabo en la pared destruida.

"Lo recuperaré."

"Esos hijos de puta lo pagarán."

Las duras y firmes palabras del Jefe Nam Joon no pasaron por alto.

Seok Jin las escuchó fuertes y claras a pesar de que casi las había susurrado para si mismo.

Poniendo una de su blancas y grandes manos en el brazo de Nam Joon, Seok Jin pudo lograr que el Jefe se tranquilizara un poco.

"Recuerda tus enseñanzas Nam."

"No puedes dejar que la ira te consuma."

"El enfado no es tu amigo, te susurra que seas imprudente, estúpido, impaciente."

"El contador Yoon Gi no es débil, sabe como defenderse y no se quiebra con facilidad."

"Lo entrenamos bien para que fuera resistente."

"Por ahora, camina conmigo para que puedas despejar tu mente."

El Jefe Nam Joon no puede negarse a lo que Seok Jin le pide con su hermosa varonil voz.

No hay humano en el mundo que pueda negarse ante alguna petición de Seok Jin.

"De acuerdo honorable Seok Jin."

El jefe rodea a Seok Jin con su brazo por el hombro para alejarse de la reparación de la pared colapsada.

"Mira estas flores, tan bellas y dispuestas a morir."

El hermoso Seok Jin toma con sus largos y blancos dedos una flor del suelo.

"Tan bellas, delicadas, fragantes y sin embargo se lanzan a su muerte desde lo alto sin emitir ni una sola queja."

Seok Jin contempla hacia la alta copa del árbol.

El Jefe Nam Joon siente que su corazón late de amor cuando observa la tranquila y hermosa cara de Seok Jin.

Le transmite la paz que tanto necesita en ese momento.

"Lo sé, solo que..."

"Porque el contador?"

"Porque en este momento?"

"Que hicimos para que ahora nos ataquen?"

Seok Jin sonríe ante sus palabras porque sabe que todavía le hace falta un poco más de entrenamiento al Jefe.

Con ambas manos en los hombros del jefe Nam Joon, Seok Jin esboza una sonrisa franca que le derrite el corazón al Jefe.

"Esto tenía que pasar y debemos de aprender de las malas experiencias para volverlas buenas."

Mafioso de Caramelo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora