Tú eres el punto, yo el aparte

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Hay quien dice que las segundas citas siempre son mejores que la primera

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Hay quien dice que las segundas citas siempre son mejores que la primera.

Si alguien es un caballero sabe que podría darle un beso a la mujer, siendo la primera cita solo para conocerse, nunca para besarse.

Pero esta cita era con otra chica, y aunque Midoriya quería volver a pasar un rato con Kendo, las chicas decían que "así lo ayudarían".

Pero había algo que no cuadraba: ¿No sería mejor salir con una sola chica en vez de varias? ¿Por qué necesariamente tienen que ser varias?

Mina dijo que las chicas captarían la indirecta, pero... ¿De verdad la iban a captar, o era que acaso la muchacha de piel rosa tenía planeado algo...?

La inteligencia y la astucia de Midoriya le iban a causar unos problemas a Mina, unos de los que no había previsto en su "Mega-Ultra-Plan superelaborado marca Mina Ashido". Pero, lo importante era seguirles el juego a las muchachas y así averiguar el porqué de todo aquello... Pero primero, debía lidiar una cita con la chica más difícil que le podía tocar: Yui Kodai.

No hablaba mucho, no hacía muchas expresiones, no se relacionaba con muchos y lo poco que decía era "¡Mm!", y solo lo hacía cuando comía tomates o cuando se emocionaba. Izuku aún se preguntaba por qué entre tantas la eligieron a ella específicamente... Aunque tampoco es que hubiera tanta variedad en la clase 1-B: La mitad de las muchachas eran muy calladas.

Pero estaban en la playa, así que cualquier cosa podría pasar. Era bonito ver como aquella playa que había limpiado al lado de All Might fuese vuelta a utilizar tan rápidamente. Ahora todos sabían que debían mantenerla limpia, porque cualquiera que la haya limpiado tomó su tiempo en hacerlo. Izuku sonrió al pensar en cuántas personas se estarían preguntando tal acto tan benevolente y desinteresado.

Midoriya sintió como alguien le tocaba el hombro y al voltease pudo encontrarse a Yui, portando un traje de baño rojo con blanco, acompañado con una tela que le cubría las piernas. El muchacho, que pudo haberse puesto rojo al verla en traje de baño... no lo hizo más.

Convivir tanto tiempo con chicas le había comenzado a dar una clase de inmunidad a su nerviosismo y su forma de actuar ante las muchachas. Ergo, soltó un suspiro y tomó la primera palabra:

—Oh, hola Kodai-san, me tomaste desprevenido —La muchacha no dio respuesta alguna—. Ehhh... ¿Te quieres sentar en la butaca mientras yo busco algo de comer? —La chica asintió y se sentó en la butaca, bajo la sombra del paraguas sobre su cabeza—. ¿Quieres helado? —La chica asintió—. ¿De... qué sabor?

—Fresa. —contestó secamente, siendo la fresa lo más cercano al tomate o algo por el estilo.

—Está bien, ya vuelvo...

Una búsqueda de helado después, Midoriya regresó acalorado por el sol con un helado de fresa y limón para los dos. Yui tomó el de fresa y comenzó a comerlo con mucha tranquilidad, mientras que el adolescente se limpiaba el cuerpo con una toalla por el sudor y comía de su helado verdoso.

—E-Entonces... ¿Te gusta la fresa? —La chica solamente asintió—. Ah... O-Oye, escuché que tienes un kosei que agranda y encoge cosas, ¿puedes hablarme un poco sobre él...? —La chica paro de comer y parpadeo en una velocidad anormalmente lenta.

—Agranda y encoge cosas, excepto personas —Dicho eso, volvió a comer de su helado, dejando a Midoriya con un mal sabor de boca por la respuesta tan concisa y poco útil para que comenzara la conversación.

—Fascinante... —susurró Midoriya, aceptando su derrota en la conversación y comenzando a comer de su helado a de limón. Luego de que ambos muchachos se devorasen sus helados y tratasen de matar el tiempo intentando no aburrirse, Midoriya no lo soporta más:—. Yui, oye, discúlpame si te ofendo, pero tengo que decirlo... Creo que...

—Esta cita no es agradable ¿verdad? —El muchacho abrió los ojos al presenciar como Yui le había robado las palabras de la boca—. Yo tampoco me estoy divirtiendo mucho, sinceramente preferiría estar en mi hogar... No me malinterpretes, eres agradable, pero francamente, no eres alguien con quien disfrutaría pasar una tarde.

La muchacha lo dijo con un tono tan serio y calmado, que el muchacho sintió como si le estuvieran diciendo: "Oye, no te ofendas, pero me desagradas y ni muerta quisiera salir contigo".

Todo se le puso a blanco y negro, y el ambiente se quebró como un espejo de cristal.

—A-Ah... C-Comprendo. —susurró Midoriya. Yui soltó un pequeño bufido.

—No las entiendo —Midoriya la observó—. A las chicas de la A. Son muy avivadas... No entiendo que se les pasa por la cabeza.

—Jaja, créeme que yo quisiera tener el kosei de leer mentes para saber que piensan...

—¿Te gusta alguna de ellas...? Sí deseas saber que piensan ha de ser por una razón. —teorizó la muchacha, cosa que hizo sonrojar al muchacho.

—¡¿Eh?! ¡N-No, no me gusta ninguna de ellas...! —Yui lo miró fijamente, sin cambiar su expresión o teoría—... B-Bueno, una me gustaba, pero ahora es mi mejor amiga y no quisiera arruinar nuestra amistad para siempre.

—¿La castaña acaso? —Midoriya alzó ambas cejas.

—Eh... Sí. ¿Cómo lo sabes?

—Soy observadora.

—Claro... Oye, sinceramente yo tampoco entiendo que hago aquí. Dicen que me están ayudando con esto del acoso y de las chicas locas por mí, pero... siento que están ocultando algo más —Yui forjó un entrecejo y rápidamente hizo su jugada.

—Se nota. Pero entre tantas chicas lindas a ti no te gusta ninguna, ¿por qué? ¿Tienes algún tipo de chica? —Midoriya reflexionó sobre sus palabras... Era la primera vez que se lo cuestionaba.

—Yo... N-No lo sé. Sinceramente nunca me he cuestionado si debería conseguir alguna clase de pareja o mi "chica especial". He estado concentrándome en ser el mejor héroe y proteger las sonrisas de otros que, creo que...

—Olvidaste tu propia sonrisa. —interrumpió Yui, volviéndole a quitar las palabras de la boca.

—... Sí, eso creo. Supongo, que nunca he tenido una chica ideal en realidad. Tampoco un tipo o alguna muchacha a la cual le sigo como sombra... Creo que al final solo soy un nerd que se la pasa estudiando y entrenando día y noche. —Dicho eso, Yui se levantó de la butaca y se quitó la tela de la cadera, revelando su traje de baño completo, sorprendiendo al muchacho.

—Me entro calor, lo lamento —La chica volteó su cabeza al mar para luego observar al muchacho—... ¿Quieres ir a nadar un rato? Para pasar el rato.

El muchacho se queda en silencio por completo, para luego observar el mar unos segundos... Quizás despejar su mente con algo de diversión con Kodai no sería del todo malo.

—... Sí, está bien.

El océano guardaba secretos enormes en sus profundidades, un universo completo se encuentra en aquellas profundidades... Al igual que el corazón de Midoriya. Nunca se había cuestionado que clase de chica le gustaba o si alguna vez le gustaría alguna.

Quizás algún día, saldría en búsqueda de su "tipo de chica".

Coqueteos marca MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora