My star |• kookmin.

Capítulo 23

En esos momentos, Jeon Jungkook tenía  sus ojos fijos en Jimin, quien se había presentado en su departamento como si nada pasará. El rubio incluso le sonrió, aunque su linda sonrisa titubeó un poco.

Park se dispuso a revisar su agenda del día. Jungkook, por otro lado, no podía dejar de observarlo y compararlo con ese sexi rubio con el cual tuvo sexo esa noche en Londres. Pero también estaba el hecho de que tenía curiosidad, alguien como Jimin no parecía del tipo de personas que hacía esas locuras, como salir a beber y dormir con un desconocido.

— ¿Por qué te dejo? — preguntó desviando su mirada a su teléfono móvil cuando el menor lo pilló observándolo.

No queria ser descubierto, más bien quería verse cool y desinteresado del tema frente al menor.

— ¿Qué? — susurro.

Sentía los nervios a flor de piel, no quería hablar del tema, más bien estaba a nada de salir corriendo por la puerta o arrojarse por la ventana.

— Le dijiste a mí madre que terminaste con tu compromiso, ¿por qué fue?

A decir verdad, si recordaba algo de su conversacion en la barra esa noche. Literalmente había Sido imposible ignorarlo, ese rubio había estado quejándose de su triste vida amorosa con él barman.
Ahora que lo veía bien, no cabía duda que su adorable y desalineado asistente, era la persona con la cual había tenido el mejor sexo de su vida.

Que loco...

— Me engañó con una perra bien perra... — suspiro con un tierno puchero en sus labios. No tenía porque seguir ocultando algo que saldría a la luz tarde o temprano.

Jungkook asintió, pero ciertamente no lo estaba escuchando del todo. Seguía preguntándose qué carajos había pasado para que ese sexi rubio se transformara en eso frente a sus ojos.
El Park Jimin de esa noche, no se parecía en nada a ese de allí.

Este chico tenía una fuerte dualidad o que carajos.

— Yo esperando como el estúpido que soy y el cojiendo en la siguiente habitación con una completa desconocida — suspiró — Creí que sería el indicado, pero creo que me engañe a mí mismo por el solo hecho de estar tan desesperado por encontrar a alguien.

Eso si llamo la atención de Jungkook regresandolo a la realidad.

—¿Por qué?

— Mí padre — suspiró nuevamente de solo recordarlo.

Jungkook frunció su ceño.

— Vera, ninguna de mis anteriores relaciones funcionó bien, y cuando le dije a mí lindo padre acerca de mis gustos tampoco se lo tomo bien — hizo una mueca — Pero un día, de la nada, llamo queriendo conocer a mí "pareja".  Lamentablemente, las cosas no se dieron.

Después de aceptar sus gustos, su padre comenzó a acosarlo para que se estableciera con alguien a su nivel.

— Él siempre llama para preguntar al respecto y yo.

— No sabes cómo decirle que ese chico ya no existe en tu vida —dijo con media sonrisa Jungkook.

Jimin asintió con su cabeza.

— Todo comenzó cuando se enteró de que nos habíamos comprometido, mí linda hermana se lo hizo saber, y ella me odia.

— Creí que tenías una buena relación con ella — murmuró.

— Tengo dos hermanas señor, es solo que evitó hablar de Irene, es una perra y somos mellizos — suspiró.

— Carajo —susurro sorprendido —¿Por qué evitas hablar de ella?