My star |• kookmin.

Capítulo 13

Jungkook sonrió inconscientemente al sentir ese dulce olor fresas, una de sus manos se situó en esa suave piel deslizándose hacia abajo descansando justo en la espalda baja.
El clima a fuera estaba frío, eso lo hizo darse cuenta de que había olvidado encender la calefacción. Pero aún así, se encontraba cómodo y no quería moverse, el cuerpo sobre él le brindaba la calidez que tanto necesitaba en esos momentos.

— Hueles bien —susurro con sus ojos aún cerrados.

La verdad es que se sentía tan cómodo y cálido que no quería despertar. Eso hasta que recordó que normalmente siempre estaba solo en casa.
No pasó mucho,  para que abriera sus ojos de inmediato tal como lo hizo la persona sobre él.

— ¡Qué!

Ambos se separaron rápidamente enfrentando al contrario.

—  Carajo — murmuró al sentir un fuerte dolor de cabeza.

Por otro lado, Jimin tenía un gran sonrojo pintando sus mejillas.

— Oh...no— susurro casi inaudible.

¿Por qué estaba allí?

¿Qué hacía en la maldita habitación de su jefe?
¿Qué carajos hacía en su maldita cama?

Esperen...

— ¡Pero que mierda! — gritó al percatarse de que se encontraba completamente desnudo.

— Parker, haz silencio, mi cabeza duele — pidió confuso Jungkook tratando de acostumbrarse a la luz.

Pero Jimin apenas estaba procesando todo lo ocurrido.

— Y-yo..

Aunque a decir verdad, no fue más rápido que su jefe quien finalmente despertó y se dió cuenta de la situación en la que se encontraba.

— Park — miro al rubio — ¡Me violaste! — lo acusó de inmediato a lo cual Jimin lo observó sorprendido.

— ¿Qué dice? —  frunció su ceño.

Eso era el colmo, ¿acaso ese imbécil en verdad acaba de decir algo como eso?

— ¿De qué carajos habla señor?__ cubrió su cuerpo con las sábanas, el sonrojo en sus mejillas no lo abandonó en ningún momento.

— Tú-

— En todo caso, ¡ese fue usted! — lo acuso de inmediato — ¡Ah! — se quejó cuando intento moverse.

Su trasero dolía, todo su cuerpo lo hacía.

Jungkook lo vio desconfiado por varios segundos. Eso rubios cabellos se encontraban desalineados, sus mejillas sonrojadas y esos gruesos labios hinchados formando un pequeño puchero. En ese momento, Jungkook pudo observar con más detalle esos verdes ojos libres de esas feas gafas de pasta.

Su adorable Jirbin Parker se veía diferente.
Ciertamente, la imagen que tenía de Park Jimin en ese preciso momento, era tan excitante.

— ¿En que carajos piensas Jungkook? — negó con su cabeza.

Se regaño de inmediato por podía pensar que su feo asistente era alguien atractivo.

Pero lo era, se veía tan malditamente bien que-

No, claro que no.

Mientras el pelinegro seguía perdido en sus pensamientos luchando contra ellos. Jimin, quien aún se encontraba avergonzado, había tomado sus bóxer los cuales se encontraban tirados a un lado de la cama.

— Rápido, rápido — murmuró por lo bajo.

Se vistió con sumo cuidado aprovechando que su jefe no le prestaba atención.
No sabía si llegaría tener las fuerzas suficientes para correr ya que todo su cuerpo seguía doliendo. Jimin tenia planeado salir rápidamente de allí, correr a casa para despejar su mente, abrazarse a Taehyung o Hoseok, el primero que se cruzará en su camino estaría bien. Quizás luego, comería como un cerdo mientras compraba un vuelo a las bermudas y cambiaba su nombre a Álex Armanto.