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Tekkey

Tan pronto como vio las flores primordiales de las copas de los árboles y los prados arrastrándose junto a un camino rural, el dolor la sumió en un engaño confuso. ¿De quién es esa voz?
  La voz, tu voz, es la brújula en tu corazón. Kikyou tu navío no se colapsará cuando remes en el mar de pesadumbre.
Es una emoción molesta. En dilema vio la carretera, a lo lejos, exhaló apoyando su cabeza en la flor de dos pétalos creada con su palma.
Kikyou ¿Es dolor o culpabilidad?
No lo sé, pero en todo caso, bisbiseó, "Kaede está muerta” 

Es lo que sabes.

(….) Rió con tristeza, ¿por qué pregunté?, aprisionó al final "¿qué hay de malo en esperar una buena noticia?"

¿Qué hay de malo en la resignación?.

(…..) apretó los párpados poniéndose roja su nariz y mejilla y los alrededores de los fanales, soportando la descomunal ganas de llorar.

¿Te digo algo kikyou?, aceptó el silencio como consentimiento " el sol es muy hermoso, sé qué siempre has envidiado esa luz, pero ¿comprende qué la flor cómo tú sé marchita. Puede librarse, Si elegí bien, oh acaso ¿no te gustaría vivir muchos siglos? Oh tú siendo una flor, no sería capaz de aliviar la luna. 

Kikyou sé burló cuándo vio las cadenas inmovilizando. ¿Por qué tengo que apiadarse de ella? Sí, la luna se olvidó de mí.

¡Despierten! ¡Despierten!

Despertó de un sueño siendo la misma realidad. Las ruedas pararon delante de un pantano fangoso escaso de vegetación, hojas caían, las brisas torcía las ramitas sonándose reclamando de agonía. Las princesas salieron en busca de aire fresco estirar sus extremidades, gozando de la escasa oportunidad de la brisa insustancial.

Kikyou se alejó de todo para comer su rebanada de pan con una botella de cristal llena de leche, comió deprisa para que no notase la ausencia. Pero cuando retornaba retrocedió encontrándose con….

¡Joven! La voz imponente de la fea hembra de cabellera corta y blanca, los ojos escanearon a kikyou, la hembra hizo una acción extraña sacó su lengua cilíndrica longitudinal de varios ejes rosados desprendiendo un hedor azufré hacer pasada en la frente de kikyou. 

Kikyou jadeó mientras sujetó la capa azul y protegió su rostro y la negruzca melena “ ¿qué desea de mí?” arrugó la nariz y aspiraba la fragancia de la capa de ella tratando de desaparecer el hedor de la frente.

  “ ¿usted para dónde irá?” a la princesa ni siquiera le dio tiempo correr por qué tropezó con una roca. 

¡Qué!

¡Que! Vociferó en desconcierto acudiendo al intrincado laberinto de arboleda veleidosa.

La extraña criatura absorbió el aire del bosque únicamente con la lengua de trompa e infló su tórax inyectándolo de oxígeno y con un bramido enloquecedor exclamó ¡A TEKKEY NO SE LE ESCAPARÁ NADIE! 
La chica se tropezó con su larga pierna debido al temblor de la voz imponente timbrando en los huesos jóvenes . 

Takkey aprovechó la torpeza y ascendió un látigo en un torbellino yendo directo al cuello de la princesa. 
La bestia jaló hacia atrás apresurando las zancadas casi corriendo en la persecución labrar un sendero con el cuerpo de la chica abriendo en lo lateral recto de lodo. En medio de toda la violencia un hedor dictatorial emergió de un protuberante globo verdoso que almacenaba gas producido por el agua pantanosa. La princesa forcejeó instando liberarse del asalto. Ya con la cara enrojecida se encontraba rindiéndose, casi asfixiada balbuceó, “ayúdenme” Nadie pudo, estaban muy asustadas para intervenir, una mano con garras de aves rompieron la vestimenta impecable haciéndole añicos, exhibiendo la desnudé ¡plash! Recargó el látigo en el hermoso cuerpo. La chica ensangrentada se retorció en la miseria desahogó un clamor a todo pulmón que disminuyó hacer espalada en un árbol desnutrido. 

Las princesas de los reinos vecinos apartaron la vista de tal bruteza. 
El cuerpo de la princesa espalada convulsionaba como un pez a salir del agua contraendose aferrándose a la vida, negándose a morir.
No obstante moriría, la perdición fue los riachuelos de hilada de sangre goteando en el suelo, los azules orbes dieron el permiso de mostrar al mundo atroz, lágrimas, la moribunda chica habló todavía si padeció el pecho con su ritmo superficial “soy janaly” las chicas sollozaron inclinado la cabeza “no pensé morir así” culminó en un respirar nostálgico.
Los fanales de la piel de porcelana dilataron su pierna ni siquiera podía aguantar el grado de nerviosismo, la capa azul cayó así atrás cuando el látigo cruzó a centímetro de su rostro firmó un filamento de sangre en una mejilla, hizo una muesca de resentida, la hirió.

Volviendo a la conversación ¿cuál es su nombre?. Recalcó. La chica desvió la mirada asqueada, señaló la flor púrpura que dormía en su cuello. 
“Uuh" observó y musitó el nombre musical “bellflower" 

Sí, soy kikyou. 

¡Se vuelven animales ahora! Gritó embriagada de sangre y mostró los dientes podridos. ¡Quién se le ocurriese escapar no viviría para contarlo! ¡Si alguna de su compañera le diese la idea, ustedes serán las que carguen con la consecuencia! Esto último lo vociferó en la oreja de kikyou dejándole plastificada.  

Kikyou con pasos robóticos se unió a las demás vírgenes de indudables hermosuras fueron arrastradas por un mal estrecho, únicamente eran acompañadas por dos seres que conducían una carroza imperial, las chicas tenían deseos de escapar, pero se redujo a un deseo después de aquella demostración.

Orinada y mal oliente se encontraba las mayorías de las princesas por culpa del frío otoñal, pero los cuerpos femeninos temblaban como gelatina más la verdadera causa es el miedo escalofriante.

"El Lazo de Sangre bajo la Luna" (modificación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora