Memorias

-12-

El tour se había alargado a la noche y como mis pies ya no aguantaban caminar más de dos metros, Zero decidió regresarme a la habitación de la que me sacó.

Parece que tenía una habitación por mi cuenta en este cuartel pero no me permitían regresar por lo mismo de que podría hacerme daño ver mi antigua vida.

No quise pensar mucho, estaba demasiado cansado y mi cuerpo no me agradecía el trabajo físico que había realizado.

Decidí recostarme rápidamente y sacar mi diario. Necesitaba escribir lo que había realizado ahora para tener evidencia de mi vida si en dado caso olvidaba todo.

-Parece que hoy fue un día muy emocionante.- Una voz profunda sonó detrás de mi espalda y salté del susto.

-¿Quién?- Pregunté un poco asustado antes de voltear y encontrarme con un reploid de armadura violeta.

-Vile.- Respondió con un tono alegre. -¿Tan rápido me olvidas?- Preguntó bastante dolido. -Y con lo que me arriesgo a venir aquí.- Suspiró.

Vile. Me parecía haber leido ese nombre en mi diario así que rápidamente fui a leer la sección que hablaba de Vile.
No era nada malo ya que al parecer estaba de mi lado.

-¿Que necesitas?- Sonreí al saber que habían muchas clases de persona que se procupaban por mi.

-Vengo por tu dosis de medicina.- Respondió tranquilamente y un poco coqueto mientras se acercaba a mi demasiado.

-Oye.- Lo empuje. -No se que tramas pero los romeos no me agradan.- Lo alejé más.

Vile se alejó y me miró confundido, eso solo me hizo pensar que tal vez lo había mal interpretado.

-X, esto es lo que debo darte.- Respondió mientras hacía aparecer un chip bastante pequeño. -Ellos al parecer no saben que lo que te hace mejorar son estos chips. El slime verde solo te empeora.- Suspiró mientras extendía su mano para darme el chip.

-¿Cómo sé que no me estás mintiendo?.- Lo cuestioné sin dudar mucho, no era que no le tenía confianza, sino que para mi solo era una persona que acababa de conocer.

Vile tomó el chip de mis manos y lo acercó a mi boca.

-No desconfíes de mi, he estado haciendo esto desde que perdiste la conciencia unos meses atrás. Por algo has mejorado bastante.-

Él abrió mi boca, colocando el chip en mi lengua y forzosamente obligandome a tragarlo. Tosí violentamente por la forma de administración del mismo. Sin embargo, poco después comencé a sentirme mejor mientras una ráfaga de recuerdos llenaba mi mente.

Me levanté estrepitosamente al ver a Vile, el chip me había dado los recuerdos suficientes para saber que el reploid que estaba junto a mi no era uno en el que podía confiar fácilmente. Más bien, era un criminal que ya me había vencido.

-¿Cómo te encuentras?- Preguntó preocupado. -¿Fuí demasiado duro contigo?-

-¿Por qué haces esto?- Lo cuestioné fuertemente. -Eres un criminal.-

-No lo sé, tu solo me caes bien.- Respondió bastante tranquilo. -Creo que sin tí el mundo se sentiría demasiado vacío ya que el rubio no es tan buen compañero.-

-Oh.- Me recosté de nuevo. -Entiendo.- Lo miré a la cara, sin embargo, no podía ver más que mi propia reflexión.

Vile por su lado mejor se sentó en el suelo y recostó su cabeza en mi regazo.

-Disculpa si me entrometo. Estuve todo el día buscando ese chip y estoy cansado así que voy a descanzar tan solo un poco.- Dió un gran suspiro y se quedó quieto.

Yo no sabía que hacer, tenía demasiados sentimientos encontrados. Un criminal estaba durmiendo tranquilamente en mi regazo luego de que me ayudó con mi enfermedad. Esto se escuchaba sacado de un libro de fantasía.

Sacudí mi cabeza y mejor seguí escribiendo en mi cuaderno. Mínimo el chip había funcionado así que como agradecimiento intenté quedarme quieto como cortesía.

Sin embargo me entró la curiosidad de ver debajo de su casco. No sabía si iba a ser descortés pero la curiosidad me estaba matando. Así que por el momento dejé mi cuaderno a un lado y cautelosamente removí su casco.

Él tenía las pestañas bastante largas y sus facciones eran totalmente andróginas. Era un hombre guapo en todos los sentidos.

-¿Por qué me ves tanto?- Abrió los ojos, permitiendome ver sus espléndidos ojos violeta profundo. -No me gusta que me vean la cara así que por favor regresame el casco.-

-Lo siento. No quise despertarte.- Me disculpé y regresé el casco sin pensar dos veces.

-La verdad no me molesta que me hayas visto tu, pero a la próxima pideme vermiso de ver mi hermoso rostro.- Se jactó un poco mientras volteaba posando en diferentes ángulos.

-Vaya que eres humilde.- Lo molesté.

-Lo soy, pero no contigo.- Se rió pero terminó suspirando y colocando su casco en su lugar. -Debo irme, ya descansé la suficiente y tampoco quiero que me vean los guardias. Fue un gusto volverte a ver X.-

Vile se acercó a la ventana y con una última mirada, se dejó caer por esta.

La verdad que el encuentro con él fue bastante extraño pero aún así al menos estaba seguro de que iba a seguir cuidando de mi.

Suspiré y finalmente me acomodé para dormir. Había sido un día bastante pesado y mañana iba a tener que comenzar mi vida de nuevo.