Una esperanza.

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Hoy te ví, paseando por aquellos campos pintorescos, como si nada te molestara, como si no estuviese yo ahí, observandote cuál admirador secreto. Así fue como nuestras miradas se cruzaron, y sentí aquel dulce escalofrío recorrer mi espalda.

Ese océano que tienes en los ojos me trae loco. Lo deseo, te deseo.

⠀⠀── ¿Eres tú quien captura almas para tortutarlas? ── Fueron las palabras que me sacaron de mi ensueño, y aquello me desconcertó.

¿Quien te había mentido así?

⠀⠀── No capturo almas, las cuido. ── Intenté explicarme, tratando de no sonar hostil.

Te ví pensar, y con nervios esperé a que hicieras algo. No me acerqué por respeto, parecías preferir la soledad a qué un extraño invadiera tu espacio.

⠀⠀── La vulpina dijo que eras peligroso.

Ah, con que eso era.

¿Por qué esa mujer siempre tiene que estar en todo?

Negué con la cabeza, y te dediqué la mejor de mis sonrisas. Si supieras lo que esa mujer ha hecho, no tendrías miedo de mi.

⠀⠀── Hay seres que mienten por beneficio propio. Ya sabes... Para caer bien, sobre todo ante personas tan talentosas. ── Fue mi respuesta. Ahri ya tenía los ojos sobre tí, y así mismo, ella debe saber que yo también. Pero no, ella jamás podrá conseguirte.

Eres mío.

⠀⠀── ¿Entonces podrías estar mintiendome?

⠀⠀── Tal vez, pero eso solo lo puedes saber de una forma, ¿No, Yone?

Volviste a guardar silencio, parecías confundido de que supiese tu nombre, y en eso aproveché para acercarme con valentía, extendiendo mi mano hacia tí. Parecías temeroso al principio, y me miraste con esos ojos cargados de dudas. Tan hermoso.

⠀⠀── Todos en el reino espiritual hablan de ti, el enigma que habita ambos reinos... Déjame conocerte bien, Yone, y así podrás conocerme también. ── Te dije, ansioso por tocar tu mano, por sentir tu piel, por sentir tu calor.

Solo mi otro yo podrá saber cómo me sentí en ese momento.

⠀⠀── No tengo tiempo para hacer amigos.

⠀⠀── Entonces te acompañaré en lo que hagas.

Volviste a guardar silencio, soltando un suspiro.

⠀⠀── Está bien.

Y al fin, sentí tu mano tocar la mía. La tomé con tal suavidad que podría compararse a tocar algún objeto precioso, con miedo de romperlo si se ejerce mucha fuerza. Era una calidez inexplicable, y no quería que acabe jamás.

⠀⠀── Entonces comencémos bien... Un gusto, querido Yone, me llamo Thresh.

⠀⠀── El... El gusto es mío, Thresh.

Oh, santo camaleón.

Mi nombre sonaba tan bien en tu voz. ¿Cómo sonará cuando lo estés gimiendo? ¿Lo gritarías siquiera?

Con tristeza solté tu mano, aún teniendo la sensación fantasma de su calidez.

Ah, este es un maravilloso día.

¿Quién diría que tendría el placer de tocarte?

Quiero saber que tan lejos llegaremos la próxima vez.

En Mi Pensamiento ┇Thresh & Yone ┇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora