Siempre han sido ellos contra el mundo.
Al menos eso era lo que tenían antes de tirar su vida por la borda.
Xan Dianthe, la heredera de la empresa culinaria más grande se enfrentaría al más grande reto de su vida.
¿Amor?
¿Un triangulo amoroso?
¿...
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—Pará mí es una derrota—respondió sin cambiar su postura—Dime lo que quieres.
La más baja se quedó pensando más que nada dudando de lo que iba a decir, podía pedirle lo que fuese desde un auto, cubrir la cuota de la Universidad hasta alejarse del F4 cosa que no aceptaría fácilmente. Era una persona simple, de allí su apodo, sin talento tampoco era inteligente ni tenía ni un mérito que haya hecho por sí misma sin ayuda de otros.
—Quiero que seamos amigas—dijo con firme convicción apretando sus puños.
Tenía que estar bromeando
Le estaba dando un tic en la ceja, podía sentirlo en especial como los sistemas que monitoreaban lo que le ocurría a su cuerpo empezaban a elevarse de poco a poco.
—La amistad que tendría contigo sería falsa—cruzo los brazos negándose totalmente ante la idea—Es formada por un lazo que va mucho mas que un deseo, son recuerdos, es estar el uno para el otro incondicionalmente sin ninguna atadura ni sentirlo como obligación. No puedo entablar algo así con alguien que no mide sus acciones ni siquiera para lastimar a los que dice ser sus amigos.
—¿Entonces porque siempre me ayudas cuando estoy en problemas?—podía ver como quería empezar a llorar—Si de verdad no te importara no...
—Te estas confundiendo—su voz sonó firme a comparación a la de ella que sonaba que pendía de un hilo—Lo hago porque a las personas que para mi son importantes, los que sí son mis amigos, te tienen cierto cariño que sigo sin comprender.
—Pero...—sus acciones sobraban, el como su labio temblaba y ya no quería si quiera dirigirle la mirada.
No le daba nada de lastima en esos momentos, se suponía que tenía la suficiente madurez para afrontar las consecuencias de sus actos.
—Seré directa, no me agradas—confeso después de tanto tiempo—Me molesta que sigas en la vida de los F4, en especial que influencies tanto a Si.
—¿Qué tiene que ver Daoming Si con esto?—levantó su mirada confundida.
—Si es la persona de la cuál estoy enamorada—se mostro sorprendida, sentía como sus nervios se disparaban en especial porque seguía confundida—Trate de mantenerme al margen lo cual a estas alturas es imposible, por si no te ha quedado claro es una advertencia, deja a Si en paz.
