------ descubre que Sebastián es un demonio

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Días después.

------: ¿segura que ese señor estará bien?

Sí, sus heridas no son graves, solo necesita descansar y que nosotros lo atendamos.. gracias a usted por haberlo traído aquí y no dejarlo morir en la calle... es usted un ser especial - dijo una doctora sonriendo.

------: (sonriendo) gracias señorita.. no podía dejarlo morir ahí, tiene una larga vida por delante.. vendré después a visitarlo.

De acuerdo - dijo la doctora, ambas se despidieron.

El ángel salió del hospital vio que un carruaje estaba cerca de ahí, la puerta de este se abrió y alguien que ya conocía asomó la vista y la miró.

Sebastián: oh señorita ------ venga por favor.

Ella obedeció, se acercó al carruaje ahí estaban Ciel y Sebastián.

Ciel: hola ------... ¿está en estos momentos ocupada?

------: mmm no, acabó de resolver algo.. por ahora no tengo nada que hacer.

Ciel: muy bien, suba.

El ángel subió al carruaje, Sebastián cerró la puerta, por instinto ------ se sentó al lado de el conde ya que el mayordomo cada vez que ella estaba cerca de él la miraba de una manera extraña que al ángel incomodaba, prefería en ese momento evitar eso.

------: bien.. ¿que pasa? ¿necesita ayuda?

Ciel: si... justo esta mañana me llegó una carta de la reina, parece que se ha visto a unos hombres desconocidos en la calles de Londres transportar cosas en unas cajas, pueden ser traficantes de algo o ladrones, no se sabe, así que iremos esta noche a investigar.

------: oh.. suena delicado el asunto.. esta bien acepto ir.

Ciel: bien ¿no le molesta quedarse en la mansión el resto del día?

------: (sonriendo) para nada, no tengo problema.

Ciel: perfecto, nos quedaremos en la mansión por ahora, en la noche saldremos al pueblo.

El carruaje avanzó, llegaron a la mansión.

Ciel: estaré arriba Sebastián, preparame un té y llevamelo arriba.

Sebastián: (sonriendo) claro.

Ciel: ------ puede ponerse cómoda.

------: (sonriendo) si.. gracias.

El peliazul subió las escaleras, Sebastián se dirigió a la cocina ------ sin pensarlo mucho lo siguió, tenía curiosidad de él.

Al ya estar ambos en la cocina, Sebastián comenzó a preparar lo de el té, ------ se acercó a él con sus manos juntas y un poco nerviosa.

------: amm ¿Sebastián?

Sebastián: ¿si señorita ------?

------: ¿hay.. hay algún problema conmigo?

Sebastián: ¿un problema? para nada señorita.. bocchan la admira por sus virtudes, es por eso que quiso tenerla como ayudante.. eso no se lo ofrece a cualquiera.

------: no me refiero al conde... me refiero a ti.

El mayordomo dejó de lado su labor y miró al ángel.

Sebastián: ¿a mi? ¿a que se refiere?

------: cada vez que estoy cerca de ti me miras de una forma extraña.. ¿te molesta mi presencia?

Él le sonrió al ángel y se acercó a ella, quedando ambos muy juntos.

Él le sonrió al ángel y se acercó a ella, quedando ambos muy juntos

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El ángel y el demonio [Sebastián Michaelis y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora