Amor de Sangre

Capítulo 2.

Aurela.

Si saben la sensación de querer matar a alguien con tus propias manos, ¿verdad?. ¿No?. Pues bueno, da igual; es justo lo que siento yo ahora. Creo que nunca he tenido tantas ganas de aniquilar a alguien con tan solo una mirada, ojalá y eso de ''lo fulminé con la mirada'' fuese cierto; porque entonces ahora mismo yo sería la fulminadora y Vanessa la fulminada.

Maldita perra ponzoñosa.

Vale, es la primera vez que estamos de acuerdo en algo.

Pues claro, te recuerdo que es ''nuestro'' hombre, o bueno, hermano. Como sea.

Veo coma la perra de Vanessa habla descaradamente con Aaron al otro lado del pasillo del instituto, veo como retira con coquetería el cabello de su cara y como posa su mano en el pecho del energúmeno con una confianza que deja muy poco a la imaginación.

Los veo tan fijamente que creo que pueden incluso notar mi mirada. Y tal parece que así es, porque justo ahora Aaron levanta su vista de la perra Vanessa y me mira a mi fijamente.

Le doy mi mejor cara y mi mejor sonrisa de indiferencia y doy media vuelta para caminar hacia el salón, pero claro que antes de entrar a clases tengo que voltear a verlos otra vez. Veo como Aaron retira la mano de ella de su pecho y parece decirle algo que hace que su cara se transforme en una mueca de total desencanto. El energúmeno comienza a andar hacia su clase y la perra Vanessa viene hacia mi.

¿Olvide mencionarles el detallito de que está en mi salón?, ¿sí?; bueno da igual.

Me siento en mi puesto y un segundo después entra la señorita James, la profesora de Matemática, así que aquí vamos de nuevo, dos horas de tortura china y luego podré ir a casa.

Concluida la maldita tortura salgo del salón con Cheryl y Danna a un lado de mi cada una. En el estacionamiento del colegio nos despedimos y cada una procede a subirse a su auto. El viaje hasta mi casa solo son 10 minutos así que llego rápido. Aparco el coche y entro por la puerta que da a la cocina de casa. En cuanto estoy dentro escucho risas provenientes de la piscina, me dirijo a paso rápido hacia allí para comprobar lo que ya sospechaba.

—¿Qué cojones hacen?. —espeto intentando contener las carcajadas que amenazan con salir estrepitosamente de mis labios.

Spoiler: fracaso epicamente.

Pero es que la escena que ven mis ojos no es para menos. Aaron sostiene a Alec por los pies y Adam lo sostiene por los brazos en lo que toman impulso para tirarlo a la piscina, cuando cae salpica una gran cantidad de agua por lo que me apresuro en echarme hacia atrás para no mojarme yo también, tras de Alec, Adam es empujado por Aaron, así que también cae dentro el agua.

También trato de ignorar el hecho de que mis ojos ven a Aaron con un simple short de playa, por lo que mis ojos se deleitan con la visión que me ofrece su torso desnudo. Sus abdominales marcados, 6 exactamente, los malditos oblicuos, sus tatuajes en el centro de su pecho y a un lado de su cadera además de los de sus brazos, los pectorales, los bíceps... mierda, mejor apartó la vida o puedo morir de la fascinación.

—Oye A, ¡¿vienes con nosotros?! —me grita Alec desde el interior del agua.

—No gracias, prefiero seguir seca y a salvo de ustedes que intentarán arrojarme a mi también dentro de la piscina. —sin más me doy la vuelta y subo las escaleras para ir a mi cuarto, dentro de el arrojo la mochila a algún lugar de la habitación y me saco la camisa del uniforme de dentro de la salla y empiezo a desabrochar los botones de esta, cuando voy por el tercero la puerta de mi cuarto es abierta y sé que es Aaron. Volteo y lo veo con una sonrisa en mi cara mientras contemplo la suya que está fija en los botones que he desecho y dejan ver un poco del sujetador negro de encaje que uso, la sonrisa en mi rostro se ensancha al ser consciente de lo que puedo provocar en él. Chasqueo los dedos frente a sus ojos consiguiendo que fije su mirada en mi cara.