Capítulo 6.

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Aurela.

No sé porqué me esfuerzo en creerlo. Creí cuando me dijo que no quería nada con Vanessa, le creí y ahora está con ella. Veo como ella alza su mano para ponerla sobre su pecho y no necesito más, me doy media vuelta y echo a andar hacia uno de los balcones. Ni sé porqué me pongo así, Aaron siempre ha sido un puto, nunca va cambiar, a lo mejor y sí siente algo por mi, pero su fama le precede, y uno no cambia de la noche a la mañana. Suspiro sin dejar que las lágrimas salgan, me duele por mi familia pero estaba dispuesta a arriesgarlo todo, pero con esto veo que no. No vale la pena. El viento alborota mi cabello y me da en el rostro, agradezco el aire frío de la noche ya que comienza a hacer calor.

Vuelvo a entrar a la fiesta y voy a uno de los baños, está casi vacío, solo hay dos señoras en él. Dejo el bolso de mano sobre la encimera y me echo un poco de agua en las manos para pasarlas por mi nuca, me miro al espejo y solo tengo las mejillas sonrosadas, gracias a Freud no permití que las lágrimas salieran, de lo contrario mi maquillaje sería un total fiasco. Las dos mujeres salen del baño y me apresuro a salir tras ellas para volver al balcón, pero cuando cruzo la puerta siento como me toman del brazo y me llevan hasta el.

—¿Donde demonios estabas Aurela?. —espeta furioso.

—Justo aquí. —me inclino hacia adelante y apoyo mis brazos en el barandal.

—¿Por qué te desapareciste así?. —se pone mi lado tomándome de los hombros para que lo mire.

—Porque necesitaba aire. —mi rostro no muestra ninguna expresión y mi voz es monótona, no me interesa que ahora le importe donde estaba.

—Sabes que no te has desaparecido por eso, me viste hablando con Vanessa y te fuiste.

—El mundo no gira a tu alrededor Aaron. —levanto el mentón mirándolo a los ojos, desafiándolo con la mirada.

—El mundo quizás no, pero el tuyo si. —me toma de las caderas pegando nuestros cuerpos, pero ahora mismo eso es lo que menos me importa.

—No estés tan seguro de eso.

—Estoy tan seguro de eso como que el mío gira a tu alrededor.

—Que mal entonces.

—Aurela, no pasó nada con Vanessa.

—Si te la follas o no, no es mi problema.

—No digas eso, sé que te molestó verme con ella.

—Si lo sabes no preguntes que mierda me pasó entonces.

—Ella es la que no me deja en paz, ya le dije que no quiero absolutamente nada con ella, se lo dejé claro y también le dejé claro que solo amo a una mujer. Nadie, escúchame bien Aurela, nadie puede ocupar mi corazón de esta forma, me importa una mierda todo, las personas, lo que digan, todo, no me importa, entiende que lo único que me importa en esta vida de mierda eres tú y solo tú.

Sube sus manos por mis costados hasta tomas mi rostro y acercarse, cuando nuestros alientos se rozan escucho como alguien carraspea a mi espalda y me separo de Aaron automáticamente. Me giro veo que se trata de Alec. Joder.

—Tranquilos, solo soy yo. —dice avanzando hacia nosotros.

—Alec, esto no ha sido...

—Lo sé A, no te preocupes, no tienes nada que explicar. —comenta interrumpiéndome y riendo.

—¿Qué es lo que sabes?. —pregunto anonadada.

—Cuando hacen estas cosas si parecen hermanos de verdad, y dan miedo; Aaron dijo esas mismas palabras y puso esa misma mueca, dile a él que te explique. Yo iré con los demás a decirles que ya te encontramos.

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2021 ⏰

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