Amor, aléjate de mi - PARTE II

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8 años después.

—¡Y me pidió que me casara con él! - les anuncio Bella a Mellea y su grupo de amigas.

Todas estaban pasando la noche en el bar de moda en Roma; la ahora comprometida mujer, les había pedido que se reunieran para decirles algo importante, y resultaba ser que se casaría el siguiente año con su novio de toda la vida.
—Felicidades, me alegro mucho- la felicito la joven de cabellos castaños.

La verdad es que se alegraba mucho de tener un grupo de amigas tan sinceras; siempre tuvo problemas para congeniar de verdad con alguien, desde el jardín de niños hasta la Universidad.

"Sobre todo la esa época...", pensó la joven agitando la cabeza y tratando de sacar aquellos malos tiempos. Aquellos malos tiempos ya habían quedado atrás, y ahora no tenia relación con ninguna de aquellas hipócritas que en su tiempo dijeron ser sus amigas, pero que después le hicieron tanto daño.

—Si, te deseo lo mejor amiga- comento otra y empezaron a salir lagrimas por parte de la mayoría de las mujeres ahí reunidas.

La charla y las felicitaciones hicieron que la velada se extendiera más de lo pensado, y de igual manera el alcohol fluyo abundantemente entre las copas de Mellea y sus amigas.
Sin embargo, ya era tarde y el día siguiente era miércoles, así que debían parar ahí, o la resaca seria aún más molesta.

—Lo siento... no pedimos nada más. De hecho ya pagamos la cuenta- negó Bella al ver como un mesero llegaba con un martini.
—No... esto lo envía el caballero de allá a la señorita de cabellera color caramelo- explicó refiriéndose a Mellea.

"¿Qué?", pensó ella girando su cabeza y mirando hacia donde apuntaba el empleado.

En la barra, justo al fondo, había un hombre sentado él cual no dejaba de observarla.

—Mmm... luce muy hot- dejo salir Bella y las otras soltaron una risita.
—Lo siento... regrésele el trago por favor, ya voy de salida- respondió Mellea, pero sus amigas negaron con la cabeza.
—No digas tonterías- dijo una de ellas a la castaña —ese hombre esta buenísimo. ¿Cada cuando te encuentras a un tipo así?
—Pero ya es tarde, y yo...
—Por favor, amiga- volvió a hablar Bella —, hace casi dos años de tu ultima relación. Asi que- dijo tomándola de los hombros, y girándola hacia el misterioso hombre — hazte un favor, y ve a platicar con ese sexy hombre. O si no, estaré muy decepcionada de ti-Mellea suspiro.

Era la noche especial de Bella, y no quería discutir con ella, así que se despidió de sus amigas y tomo aire para después caminar hacia el hombre que le había invitado aquel martini.

La verdad es que no tenía ningún interés en hablar con él, pero era solo una charla. ¿Qué podía pasar?

Al llegar finalmente a la barra, pudo notar que era un hombre bastante atractivo; tenia el cabello muy oscuro, una barba bien delineada y una quijada bastante marcada.
Sin embargo, era difícil apreciar el aspecto con detalle del sujeto debido a la poca luz del bar.

—Me alegra que vinieras- dijo él poniéndose de pie, haciendo que Mellea se diera cuenta que era bastante alto. Además, tenía una voz muy atractiva y olía bastante bien.

—Si... gracias por el gesto- respondió ella, tomando el banco para sentarse sobre él. Sin embargo, se sintió un poco mareada, y trastabillo un poco.
—Oh, deja te ayudo- se ofreció el desconocido y la chica acepto.
—Por cierto, mi nombre es Mellea- se presento ella una vez que se sentó al lado del hombre de cabellera oscura.
—Un nombre muy hermoso... al igual que tu- asevero. Pero a diferencia de lo que pasaba usualmente, a ella no le incomodaron sus palabras.

EROS - Antología de relatos románticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora