El amigo secreto

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"No puedo creerlo... me tocara el amargado de Jerónimo", pensó Evelyn mientras observaba el papelito con el nombre de su compañero de oficina.

La joven de cabello castaño amaba la navidad, y normalmente estaría muy emocionada de conseguir el regalo para la persona que le toco en el intercambio de la empresa... para cualquiera menos para Jerónimo: él era la persona más antipática y amargada que había conocido en su vida.

Todavía recordaba su primer encuentro, hacia casi dos años atrás:

—Pues en teoría esto es lo que tendrás que hacer...- termino de darle un breve resumen de sus obligaciones, el que a partir de ese momento seria su jefe.

Evelyn era una recién egresada de la carrera de periodismo, y había conseguido un puesto en aquel pequeño periódico local. Y si bien, básicamente haría recados, iría por el café y un poco más, estaba feliz porque al fin le habían dado una oportunidad.

Su sueño siempre fue convertirse en una gran periodista de investigación y publicar sus artículos en alguna revista importante a nivel nacional, pero estaba consciente que tendría que empezar desde abajo para cumplir sus sueños.

—¿Alguna duda? – pregunto su jefe interrumpiéndole sus pensamientos.

—No, todo claro...

—Aaron, disculpa, ¿estas ocupado? - pregunto uno de los editores del periódico y con el que ya la habían presentado hacia unas horas antes.

—No, ¿Qué sucede?

—Jerónimo...

En cuanto el jefe escucho ese nombre puso los ojos en blanco, cosa que a Evelyn le llamo la atención.

—¿Sí?, dime...

—El artículo que me mando... creo que de nuevo se engancho con el alcalde.

Aaron se llevó los dedos a las cienes y comenzó a masajearlas para dejar salir un suspiro finalmente.

—Está bien. Ve y dile que si puede moderar un poco su artículo.

El editor se puso pálido al escuchar aquella petición.

—Lo... lo siento Aaron, no creo... yo no... ¿sabes?, tengo cosas que hacer...- comenzó a balbucear excusas aquel hombre.

—Oh... por cierto, ¿tu aún no lo conoces? -pregunto Aaron a la joven de una manera extraña —¿a Jerónimo?

—Eh... no, aún no he tenido el placer...

—Muy bien, pues así aprovecharas para saludarlo- dijo con una gran sonrisa —, ve el piso de abajo y en el cubículo 27 encontraras al columnista de la sección de política. Pregunta por él, y preséntate. Se supone que hoy debería haber venido al edificio. Después dile que el editor ya recibió su artículo de esta semana, pero que se requiere que le baje un poco al tono inquisidor contra el alcalde- le pidió de la manera más amable que pudo.

—Bueno... se lo diré...

—No, no solo quiero que se lo digas: convéncelo. Quiero que él te asegure que lo hará- contesto el jefe a lo que Evelyn no estaba muy segura, ya que apenas unos instantes atrás pudo notar por la expresión del editor lo desagradable de aquella tarea... pero también, desgraciadamente, ese era su primer día y no tenía otra opción.

—Está bien- respondió sin más remedio.

—Esa es la actitud, Evelyn. Mantente así de diligente, y veras como crecerás en este lugar- le agradeció y la joven asintió resignada.

EROS - Antología de relatos románticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora