TREASURE | ATEEZ [EDITANDO]

CHAPTER 31

.

.

.

Seonghwa suspiraba con pesar parado en la proa del barco, tal como en las últimas semanas.

Esperaba, mirando al horizonte, que Hongjoong apareciera tal como lo había prometido en su nota escrita rápidamente aquella noche. 

A veces lo hacía solo y en ocasiones alguien lo acompañaba, generalmente Wooyoung o Yunho y Mingi. 

Pero hoy estaba solo. Había mandado a todos a hacer sus deberes para disfrutar de un poco de tranquilidad.

Apenas había dormido y todos podían notarlo pues andaba con un humor de perros, por lo que nadie quería meterse con él irritable pelinegro. Excepto una persona claro.

-Seonghwa ¿Puedes venir a comer algo? Antes de que me obligues a traer tu trasero a patadas- Hwanwoong dijo detrás suyo, con los brazos cruzados y una ceja alzada.

El pelinegro ni siquiera se molestó en girarse a mirarlo, pero sentía la vena en su frente comenzar a hincharse por la irritación -Sigo sin entender qué hacemos aquí. Deberíamos ir a buscarlo.

El peli rosa suspiró más que aburrido del discurso incansable del mayor, acercándose a él para tomar su hombro e intentar que lo mirara -Porque puede volver en cualquier momento y no nos encontraría. Dime una cosa... ¿Confías en él?

Sin ni siquiera dudarlo, Seonghwa asintió con completa seguridad.

-Pues entonces deja de preocuparte tanto. Te dijo que volvería y eso hará. Así que más te vale venir conmigo si quieres que cuando Hongjoong vuelva te encuentre vivito y coleando.

Murmurando una maldición, Seonghwa despegó sus ojos del horizonte para seguir a su molesto amigo sin mucho entusiasmo.

Pero se detuvo inmediatamente cuando vio a Wooyoung correr en su dirección como alma que lleva el diablo mientras gritaba su nombre.

-¡Seonghwa! Está aquí, está cerca ¡Puedo sentirlo!

No hizo falta que dijera algo más para que el mayor lo entendiera: Hongjoong se comunicó con él por medio de su extraña cosa de sirenas.

Así que sin ningún cuidado e impulsivamente, se precipitó a las orillas del barco para buscarlo entre la marea, casi desesperado. Fue unos segundos después, a la izquierda de la nave, que vio su cabellera blanca emerger del agua salada.

Hongjoong lo miró con demasiadas emociones desbordándose de su interior. Una mezcla de tristeza, culpabilidad por la evidente preocupación en el rostro de Seonghwa y alegría por volver a verlo.

Necesitaba sentirlo por completo después de aquellas semanas.

Así que con su ayuda fue que subió a su querida Aurora, y se aferró al cuello de Seonghwa de inmediato, sin importarle empaparlo ni nada más que sentirlo junto a él. 

Al mayor tampoco le importó más que olisquear su cabello y aferrarse a él con las mismas fuerzas.

Ante la noticia de la llegada de su capitán, los tripulantes se reunieron rápidamente para darle la bienvenida, sonriendo al ver que se encontraba ileso y en perfecto estado.

Debido a que todavía no se secaba, seguía teniendo su cola; pero eso no fue impedimento para que Seonghwa lo tomara en sus brazos para llevarlo a la cubierta y fuera más cómodo para todos verle.

Jongho corrió inmediatamente a buscar un barril para que se sentara y Yunho a buscarle algo de ropa para que cuando el sol hiciera su magia, nadie viera más de lo que quería.