Judal

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Desde que tiene memoria, siempre ha vivido en el enorme palacio imperial de Kou, donde día y noche, lo hacían estudiar toda clase de magia y hechizos. Gracias a eso, supo que su magia era de tipo agua. Porque pobre de el si desobedecía alguna orden o no cumplía con sus estudios, ni siquiera tenia el derecho de preguntar por sus padres: sus "niñeras", que no lo dejaban solo, le dijeron que estos lo habían abandonado.

Donde quiera que iba o ante quien era presentado, se le trataba con respeto excepto por el segundo emperador: Ren Koutoku, quien lo trataba como un súbdito mas si no lo veía también como una futura arma de guerra; mientras que la esposa de este, lo trataba con "ternura", solo en apariencia.

Ren Gyokuen, como en la actualidad, era la líder de Al Thamen; una misteriosa organización a su servicio, así como los cuidadores y maestro del entonces pequeño magi Judal. Fue por este grupo, que el menor jamás conoció la bondad, gentileza y, sobre todo, ser un niño. Solo debía pensar y preocuparse en obedecer en toda orden que le dieran. Constantemente era vigilado, hasta que, en una ocasión, noto un cálido rukh dorado volando cerca, así que curioso decidió seguirlo hasta su dueño: un jovencito de cabello morado.

Judal al verlo, no pudo evitar sonreír y mas al ver que había conquistado mas de una celda. No supo porque, pero quería seguir a ese chico y lo hizo, cuando este se dio cuenta que lo seguían, el niño fue directo al expresarle que lo llevara con el y cambio, le ayudaría a conseguir mas poder. Pero el joven solo lo miro como si fuese un bicho raro para luego burlarse y mandarlo a casa.

Eso hirió el orgullo del pequeño, ya que nadie se le había negado hasta ese momento, pero no por eso iba a rendirse. Desde ese rechazo, Judal se esforzó mas en sus estudios, le demostraría a ese idiota lo poderoso que era y así lograría lo que quisiera. Los años siguieron su curso, en ese tiempo, Judal ayudo a cuatro de los once príncipes imperiales a conquistar los calabozos que el abría y donde fue en uno de ellos donde volvería a ver a ese peli morado.

Ahí supo que su nombre era Sinbad, el primer conquistador de calabozos. A pesar de que Judal lo recordaba, el peli morado no, de ahí comenzó a llamarlo "rey idiota". Sin embargo, volverían a verse en mas ocasiones y como siempre, el azabache le pedía que fueran equipo y que juntos conquistarían al mundo, ahí el mayor recordó que era ese pequeño grosero e igual que aquella vez, lo volvió a rechazar como en las siguientes veces.

Pero el magi jamás se rindió, se volvió la sombra de Sinbad sin que este lo supiera, ¿la razón?, quería saber cómo convencerlo de ser equipo: así descubrió que el mayor adoraba el vino y era un Don Juan insaciable, siendo testigo del desfile de chicas y chicos que entraban y salían de su habitación cada cierta noche. Eso, por causas desconocidas para él, lo llenaba de ira y ¿celos?, ante esto, sacudía su cabeza tratando de negar ese hecho.

Aun con esa molestia, seguía vigilándolo y pidiéndole ser equipo cuando tenia oportunidad, pero nuevamente era rechazado. Hasta que llego el día en que pudo mostrarle a Sinbad su inmenso poder: el asesinato de hombre, mujeres, niños y ancianos de un pueblo que se negó a ser sometido por el Imperio Kou. Le parecía gracioso ver como esos miserables suplicaban por su vida o por la de algún ser querido, eso molesto a Judal descubriendo su odio por los débiles, pero también, su gusto por la guerra donde podía destruir todo lo que el quisiera. Y aunque el lo disfrutaba, noto que eso le causaba repulsión a Sinbad y cuando se lo hizo saber, eso le provoco un gran dolor en su corazón mas que en su orgullo.

Nuevamente pasaron los meses, ahora un poco mas mayor, Judal iba y venia a donde quisiera luego de hacer recados para Al Thamen. Incluso cambio sus estorbosas ropas por unas más cómodas al igual que se negaba a acudir a los llamados del Emperador, del cual, se alegro de que muriera porque simplemente no le agradaba. Lo único que no cambio, fue seguir a Sinbad e insistirle que fueran equipo sin sus molestos ocho perros falderos, en especial, a la monja albina; la persona que mas odiaba porque siempre estaba cerca de mayor y mas aun cuando le pedía que ya buscara una esposa, pero afortunadamente, el rey idiota no le hacía caso.

Te Amo a Mí ManeraWhere stories live. Discover now