El Día Llego: Reencuentros

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Durante el baile de Indra, todos los presentes estaban maravillados por los pasos que la bailarina ejecutaba, incluso las damas presentes estaban boquiabiertas, pero en voz baja criticaban a la danzante indecente por su vestuario.

Pero Judal las escuchaba al mismo tiempo que se burlaba de ellas, si supieran que era un doncel, pero su atención se fijó en Juba quien aplaudía, Indra le había comentado que el bebé lo hacía al verlo bailar como si contara el tiempo para cada movimiento y lo ayudaba para mantener el ritmo.

Sinbad por su parte, se abría paso entre la gente, quería llegar al magi oscuro lo más pronto posible, pero solo llego hasta una de las sillas donde pocos privilegiados podían sentarse cerca de Kouen.

- Señor Sinbad - le hablo uno de los criados - ¿Qué hace?

- Quiero llegar con su sacerdote

- En este momento no es posible - hablándole en voz baja - mejor siéntese y disfrute el espectáculo

- Pero...

Sin darle tiempo a reaccionar, el peli morado ya estaba sentado y con una copa de vino en la mano, miro a su izquierda y a unas cuantas personas, Judal estaba viendo el espectáculo con su bebé, quien seguía aplaudiendo dejando impresionado al oji dorado

- Ya veo - sonriendo - está contando los pasos - viendo a Juba e Indra alternadamente - que niño tan listo

Sinbad tuvo que resignarse a esperar y ver el espectáculo, con cada paso de la joven pensó en voz alta

- Es muy buena, deberíamos tener bailarinas tan bellas como ella en Sindria, me pregunto si estará disponible

Pero no se fijó que ciertos príncipes pelirrojos, uno con barba corta y otro pecoso, lo habían escuchado; y aunque el comentario no era mal intencionado

- En-ni

Koumei solo dio un suspiro al ver como su hermano mayor apretaba la copa en su mano, la cual poco a poco se fue doblando, al mismo tiempo que gruñía un poco. El segundo príncipe no le dio importancia, quizá su hermano pronto se calmaría. Cuando el baile finalizo, se escuchó un sonoro aplauso de parte de los invitados, Kougyoku aplaudía con entusiasmo y con un sonrojo.

Indra por su parte recuperaba el aliento para dirigir su mirada a Kouen pero pronto la enfoco en Judal y Juba, quienes se acercaron al castaño

- ¿Cómo lo hice?

- A juzgar por los aplausos, bastante bien

- Bien, ahora sácame de aquí, quiero cambiarme

- Pero antes, debes darle tus respetos a Kouen

Indra se abstuvo de gritar para luego, ver a Kouen ponerse de pie. Judal solo lo miraba con una sonrisa, el Otsutsuki bufo y comenzó a seguir al magi. Con cada paso que daba, el castaño podía sentir las miradas hacia su persona: unos con asombro y otros con morbo, como uno de los que estaban cercanos al primer príncipe

- Es hermosa, ¿no crees?

- Si - mirando al joven de pies a cabeza - además de que tiene un cuerpo muy sexi

- Y con esa ropa, lo luce bastante bien

Al oírlos, la copa en manos de Kouen poco a poco comenzó a perder su forma, pero la gota que derramo el vaso

- ¿Cuánto crees que cueste una noche con ella?

- No sé, pero seguro no será barata... si así se mueve para bailar, ¿Cómo se moverá en la cama?

Te Amo a Mí ManeraWhere stories live. Discover now