Hagoromo envía a sus hijos a investigar algo sobre sus visiones, por lo terminan llegando al imperio Kou, lugar donde se las ven algo negras, más que nada por cierta organización que controla todo el lugar.
Autoras: KrysKazama y YamiNightRevilla
Nar...
Dio un suspiro tratando de calmarse al mismo tiempo que se preguntó, ¿Qué rayos le había pasado?, ¿desde cuándo se deja llevar por sus impulsos?, ¿Cómo permitió dejarse tocar de esa forma?, pero siendo sincero consigo mismo, admitió que era algo que había querido.
Recordó todos las acciones y palabras erróneas que el pelirrojo cometió, eso era suficiente para odiarlo y tratar de escapar... pero no podía, ¿acaso estaba enamorado de ese príncipe vanidoso y presumido?, ¿Cuándo le paso?, eran las preguntas que Indra trata de responder, aun sabiendo que ni él ni nadie podría responderlas.
Su piel se erizo al recordar el toque de esos labios, la gruesa voz del varón aun sonaba en sus oídos, sus manos: toscas y fuertes en su cuerpo, impregnado con ese aroma masculino que al principio detestaba. Dio otro suspiro al mismo tiempo que volvía a su habitación, pero al ver su reflejo en uno de los espejos:
- MALDITO CHIVO HIJO DE...
A paso veloz se dirigió a la habitación de la persona que, aunque se burlaría de el de por vida, al menos le podría ayudar. Al llegar a la habitación, abrió la puerta de golpe, asustando a su propietario
- ¡Indra, me asustaste!
- Lo siento Judal
- ¿Por qué tienes tu mano en tu cuello? - entre cerrando los ojos
- Yo...
El castaño bufo y sabiendo lo que venía, retiro su mano. Judal abrió los ojos sorprendidos al ver las marcas de mordidas y chupetones. Un silencio invadió la habitación hasta que Indra le lanzo una mirada asesina al magi, quien ya no pudo aguantarse y soltó la carcajada a todo pulmón. El Otsusuki suspiro fastidiado, mientras Judal reía y lloraba sin parar. Por su parte, Juba solo miraba curioso a su madre
- ¿Ya terminaste? - pregunto Indra fastidiado
- Yo... hahaha... un... hahaha... un...
Mientras tanto, en el hotel donde se hospedaban, Sinbad y su grupo se preparaban para la fiesta. El peli morado de inmediato se aseo y se puso un traje limpio, incluso sus contenedores lucían más brillantes. Se vio un momento en el espejo, repitió mentalmente lo que le diría a Judal y sonrió a su reflejo, estaba listo.
Morgiana por su parte, terminaba de ponerse el traje que uso por primera vez en Sindria y con el que Alibaba la alabo al verla bailar, al verse al espejo dio un suspiro, esperaba que el rubio volviera a repetir esa misma acción, hasta que alguien llamo a su puerta.
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- Morgiana, ¿estás lista? - la joven abrió la puerta, encontrándose con Masrur
- Lista
El fanalis solo la vio de pies a cabeza, para ambos seguir con su camino donde la mayoría ya los esperaba. Morgiana busco con la mirada a Alibaba y cuando este se sintió observado
