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Unas escaleras nunca se le habían hecho tan largas a Hwang Hyunjin.

Luego de entrar como un rayo sin preocuparse en cómo un adormilado Han Jisung le regañaba por dejar la puerta abierta y subir las infernales escaleras de a tres escalones por paso se detuvo a jadear, cansado después de correr desde el gimnasio de la universidad hasta la casa donde su preciado mejor amigo y su hermano junto a su novio vivían.

Pero su descanso no duró demasiado, puesto que apenas logró escuchar la preciosa voz que hacía su corazón correr como loco sollozando e hipando algo amortiguada por estar separado de la fuente por una pared dio los últimos tres pasos hasta abrir la puerta de una vez.

Y Hyunjin sintió que pudo escuchar como su corazón se partía como si de un vidrio se tratara al ver a su bonito rubio hecho un triste desastre, con el cabello despeinado, el rostro enrojecido y sus preciosos ojitos hinchados y brillantes por las lágrimas. La imagen le hacía querer acabar a golpes con cualquier ser vivo que se haya atrevido a apagar a su sol y dejarlo de esa manera.

Pero no era momento para golpes, no mientras su bebé continúe derramando lagrimitas y esté un segundo más sin su preciosa sonrisa cubriendo su rostro e iluminando su mundo entero como el sol que era.

— Bebito... — murmura dulce acercándose lentamente. Pero se enserió cuando notó que este hacia el amago de esconderse entre sus sábanas de peluche verde pistacho. — No te atrevas a no dejarme verte, Felix.

Ante el reproche el menor asintió cabizbajo y dejando lentamente las sábanas de nuevo en sus caderas. Y ahora el que quiso llorar fue Hyunjin al ver que no tenía ni ganas de refutar adorablemente a manera de berrinche acompañado de sus usuales pucheros, exclamaciones y brazos cruzados.

Y la misma rutina de siempre se repetía de nuevo. Justo cuando el azabache se arrodilló en la suave cama estrechando al más pequeño en sus cálidos brazos, y Hwang suspira pudiendo sentir como su hombro se humedecía en lágrimas y servía como amortiguador de dolidos sollozos.

— Lixxie bebé...

Y Felix ya ni se sonrojaba ante al apodo al que ya estaba acostumbrado pero siempre le avergonzaba y abochornaba. Solo hace un bajo sonidito de interrogación a espera de la pregunta que sabe que seguía después del llamado susurrado.

— ¿Ella volvió a dejarte plantado, no?

Y un nuevo sollozo escapó de sus labios sin quererlo realmente. Pero el que sea tan recurrente que ya el mayor lo infiera tan fácilmente hace que sus lágrimas caigan como si alguien hubiera encendido una manguera.

Lágrimas que Hyunjin estaba dispuesto a secar cuando sea necesario. Porque lo ama. Porque eso es lo que hacen los mejores amigos...

...Tristemente para Hyunjin como solamente los mejores amigos que eran.

Un gruñido salió de los labios del mayor y Felix intentó alejarse del abrazo. Pero fue atraído mucho más por los fuertes y cálidos brazos que lo rodeaban y no dejarían que se hundiera en su tristeza solo.

Y Hyunjin solo se preguntaba como alguien podría tratar a su angelito de esa forma, siendo este simplemente la mejor persona que ha tenido la buena suerte de haber conocido en su vida.

Toda la suerte de Hyunjin se acabó el día que conoció a Felix y se hicieron mejores amigos.

Y realmente juraba que si no fuera porque su Lixxie está tan enamorado de esa chica ya le hubiera dicho tantas cosas no muy aptas para los inocentes oídos de su bebé.

Y cada lágrima que caía por las mejillas de su bebé era una razón para protegerlo, para no dejarlo ir.

Y cada lágrima era una motivación más para Hyunjin que lo incentivaba a robarle el novio a Hwang Yeji.

Así que no te preocupes, Yeji. Hyunjin promete cuidarlo y quererlo mejor de lo que tu-... O bueno, como tu no lo haces. 

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El contenido que acabas de leer pertenece a @yxngbxkie, esta es solo una adaptación.



かじのビビ

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stole him | hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora