three

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El sonido agudo y chirriante de las cadenas del columpio en el que se balanceaba más el de sus no tan constantes pisadas en el suelo nevado para impulsarse más alto acompañaba a Hyunjin mientras espera por cierto rubio de mejillas sonrosadas y sonrisa de cachorrito.

Por un momento y en medio del silencio Hyunjin piensa en lo estresado que debería de estar. La cantidad de tareas y trabajos por hacer esperando por él en su escritorio recordándole que, a pesar de que el sistema educativo no es muy funcional para la vida real y que una cantidad cuantitativa no te define como persona, lamentablemente tiene que pasar más de un tercio de su vida matándose en terminar las mismas asignaciones a tiempo si quiere ser alguien en la vida.

Pero allí está, ignorando como puede cualquier cosa que le genere estrés al pensar en lo feliz que estará cuando su mejor amigo Lixxie llegue de su hogar al parque en el que decidieron pasar la fría tarde entre juegos infantiles a pesar de la nieve cubriendo gran parte de ellos.

Ah... Felix. Una sonrisa calma estiró sus labios al pensar el el chiquillo de voz melodiosa que hace su mundo girar.

Ese niño lo tiene enamorado, tan pero tan enamorado que debería sentir miedo de tal magnitud de sentimiento, pero solo se deja llevar por la corriente del amor que le genera, rezando por no chocar en algún momento con alguna roca que lo lleve a la realidad.

Nunca se había enamorado antes, o eso cree, pero realmente duda que alguien más en el pasado le haya hecho sentir como Felix, al igual que duda que alguien en algún futuro le haga sentir como él puede hacerlo con sólo respirar.

Y Hwang Hyunjin no está exagerando para nada, pues fácil y textualmente puede decir con creces y detalles que tan hondo lo tiene Lee con sólo parpadear.

Uno solo de sus parpadeos, o muchos al mismo tiempo cuando quiere conseguir algo o trata de recordar o comprender algún párrafo de sus lecturas, la manera en la que sus pestañas revolotean y se baten al ritmo que sea le llevan al séptimo cielo y lo dejan caer en un trampolín de nubes. Humedeciendo con cada abrir y cerrar de sus pequeños párpados sus brillantes ojitos a su paso, tan brillantes como un par de luceros y que siempre compara con los ojos deslumbrantes de los animes que ven juntos cuando hacen maratones en su casa, soltando estrellas y brillitos cada que parpadean.

Justo así dibujaría a Felix si siquiera podría acercarse a hacer algo tan perfecto como él. Con ojos brillositos, un aura deslumbrante y despidiendo brillantina y corazones con cada acción que haga. Las pupilas color café de sus luceros rebosantes de luz y ternura, resaltando la forma alargadita que mantienen y usando un color negro oscuro para dibujar la delineada curva tupida de pestañas que se convierten cuando su hermoso dueño sonríe.

Desde la primera vez que esos ojos cavaron en su alma y sonrieron hacia él. Desde ese mismo día Hyunjin se perdió y se convirtió en náufrago entre la profundidad de su mirada encandilante, y le encantaba. Renunció a cualquier mapa o GPS convencional y pasó a ser un navegante sin rumbo que simplemente se dejaba llevar por la curva marcada de su sonrisa.

Pero no se crean, para Hyunjin no fue tan fácil aceptarlo como el decirlo.

Creyó que lo tenía todo controlado, que era una simple atracción por el simple hecho de que el pecoso era un chico realmente bonito y adorable y que con el tiempo se le pasaría, como cualquier otro encaprichamiento, pero de la nada ese bonito y adorable se convirtió en hermoso, bello, admirable, necesario. En ese tiempo era bastante fácil el creerse su fachada de que aquel niño no podría meterse tanto en su cabeza y corazón y llenar todos los espacios en ellos que tanto luchó por fingir que no estaban vacíos.

Cada que Felix sonreía inconscientemente curaba cualquier herida en Hyunjin, y este último gustaba de intentar demostrárselo sin dejarle mucho a la imaginación al decirle que cada que lo hace un cachorro consigue hogar y una oruga se convierte en mariposa; y antes tal vez solo lo decía por decir, pero ahora podría afirmarlo con fe inquebrantable.

De verdad intentó mantener su amor bajo control negándose a él y a su existencia, empujando hacia abajo esos sentimientos y la necesidad de decirle al menor cada segundo palabras bonitas, ignorando y cerrando bajo llave sus acelerados latidos al verlo correr a él con sus bracitos extendidos. Pero como una lluvia de estrellas en un parpadeo, como cuando intentas tomar un puñado de arena y los pequeños granos se te escapaban de las manos, su amor por Lee se volvió más grande de lo que podía contener.

Sólo le quedó aceptarlo. Él no estaba enamorado de Felix.

Hyunjin amaba a Felix.

Por lo que intentó demostrarlo con pequeñas acciones, movimientos sutiles y otros no tan disimulados, mostrándose más confiado ante muestras de afecto, teniendo el atrevimiento de tomar la iniciativa y entrelazar su mano con la de su bebito al caminar o al estar sentados juntos, o abrazándolo y llenándolo de cumplidos y cariñitos con tal de que supiera por lo menos una milésima de lo que sentía por él y también prevenir que su corazón explotara y terminará gritando a los cuatro vientos cuanto amaba a Lee Felix.

Y Hwang creía haber estado haciendo un buen trabajo con ello, se sentía el triple de bien al estar así con Felix, y él también empezó a ser más pegajoso y atrevido, encendiendo en él una mechita de esperanza que le decía que tal vez podría sentir o llegar a sentir lo mismo.

Hasta el día en el que puso los pies en la tierra. Lee empezó a gustar de una chica. No de él.

Su corazón que ya no le pertenecía se hubiera destruido en mil pedazos, pero no le podría hacer eso a su Lixxie, tenía que ser un buen mejor amigo. Se abstuvo a apoyarlo mientras deseaba ser él el que pudiera estar en su corazón.

Pero ahora... No entiende. No logra comprender cómo o porqué la misma persona que inició una relación con él y debería tenerle al menos una mísera de aprecio ni siquiera le presta un segundo de su atención ¿Siquiera sabe quien es Felix? ¿Cómo podría tratar a alguien tan especial como él de esa manera? Hyunjin desearía... Desearía ser ella.

¿Que haría Hyunjin si estuviera en el lugar de la suertuda Hwang Yeji? ¿Si él fuera el dueño y guardián del corazón de su bebito y proclamarse a sí mismo como su novio?

Bueno, mejor dicho, que no haría.

Joder, por cosas como esta Hyunjin ama su imaginación y todo lo que puede soñar a ojos abiertos con ella.

Sólo Dios sabe todos los escenarios que ha creado en su imaginación, un mundo rosa en el que Felix estaba a su lado como más que un mejor amigo. Soñaba con todas las cosas que podrían hacer juntos con detalles y sentimientos de por medio.

Iban juntos a pasear por todos lados, lo animaba con dulces cariños y se aseguraba de que siempre esté feliz, lo llenaba de sorpresas que hacían sus ojos brillar y sus manitas aplaudir, sin siquiera contar el hecho de que lo estaría mimando siempre.

Y si Hwang se ponía a pensar, realmente no había mucha diferencia entre eso y su actual relación de amistad. Pero con los contradictorios sentimientos del menor y esa otra persona de por medio... Simplemente era una patada a su ya muy masacrado corazón.

Un suspiro de adueñó de sus labios y arrastró sus pies en el frío suelo deteniendo el balanceo del columpio.

Hace un par de días justo ahora sería el momento en el que Hyunjin solamente se resigna a aceptar su triste realidad y a ver como su pequeño es menospreciado por la persona que debería quererlo y quedarse de manos cruzadas consolándolo cuando sea necesario. Pero ya no.

No ahora que Hwang Hyunjin tenía un plan.

Y lo tuvo aún más por seguro al ver a su querido dongsaeng trotando con saltitos hacia él.

Apretó la cadena del columpio y se levantó, tronando los huesos de su cuello decidido. Y atrapando segundos después al chico que saltó a sus brazos como un koala bebé, hundiendo su nariz en su suave cabellera con aroma a melocotones.

Ya está, Hwang. Tu tiempo con el bebé que le pertenece a Hwang Hyunjin se ha acabado. 

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El contenido que acabas de leer pertenece a @yxngbxkie, esta es solo una adaptación.




かじのビビ

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stole him | hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora