Ciudad nocturna,
desolada,
olvidada.
Corre el viento sin que su paso se detenga,
come la arena las paredes olvidadas,
ya ni el cielo quiere llorar,
ya las plantas no quieren crecer,
el río, negro y espeso, charco de sangre, pútrida sangre maldita,
el sol negro, no cambia de posición jamás,
inmenso frío congela los huesos, los vuelve vidrio frágil,
una estrella separa la luna de sangre del sol negro,
una intermitente línea sin motivo aparente,
frontera del eterno dolor,
carcel de los caídos por amor...
