sweet dance | nishimura ni-ki.

D I E C I O C H O

Un día mas donde ambos castaños se encontraban teniendo una practica juntos, mas bien solo estaban jugando con sus manos tiernamente mientras parecían disfrutar del tiempo juntos.

─ Tengo sed. Voy por una botella de agua.─ indico la menor mientras dio algunos pasos hacia la puerta principal.

─ Iré contigo.─ afirmo el japonés cuando ya estaba a su lado, y ella sin decir nada asintió.

Mitsuha abrió la puerta para dar su paso hacia afuera de la sala seguida de este japones quien sostuvo su mano una vez mas, a ella no le molestaba para nada.

Ella sostenía su botella de agua mientras que con su otra mano aun sostenía la mano del castaño, el estaba ocupado intentando sacar un jugo artificial mientras que ella lo miraba con tanto orgullo, su sonrisa se desvaneció muy rápido al ver a la peli negra a lo lejos quien veía a ambos con mucha tristeza.

Mitsuha soltó la mano de este muy repentinamente confundiendo al menor y sintiendo miedo en ella misma, Ni-ki se dio cuenta que ahora mismo se sentía un poco desconfiada. Sin mas, dejo su jugo de lado y se acerco a ella de una forma muy tierna, sostuvo las mejillas de esta castaña entre sus manos y las tiro muy suavemente.

─ Mitsuha, no hagas eso, ¿esta bien?─ la contraria asintió con una sonrisa.

El japones volvió a sostener su mano una vez mas mientras que la peli negra los miraba con tanta melancolía.

La menor solo dejo que este japones la llevara hacia donde este se dirigía, la escena era tan linda y envidiable, Momo se dio cuenta que ya había perdido.

[...]

Y así pasaron los siguientes días, siendo la pareja de su sueños pero sin aun tener ese privilegio de ser novios, el menor no tomaba consciencia de que ella quería ponerle un nombre a su linda historia.

Tenían practicas juntos, almorzaban repetidamente y así lograron conocer lo que a la pareja opuesta no le agradaba, o incluso sus gustos. Salían juntos a pasear por toda la ciudad, compraban ropa, accesorios, y hasta asistían juntos a las ferias de juegos junto a sus amigos de la academia, todo era tan bonito para ambos.

Compartían miradas, canciones, bromas, berrinches y hasta celos que han podido controlar juntos, el japonés menor se sentía tan enamorado de ella, había conocido una mejor versión de la castaña y eso hacia sentirlo ganador.

A lo lejos su mejor amigo Taki, le pregunto si podía brindarle ayuda con su practica, este no tardo en aceptar ya que no tenia nada bueno que hacer.

Ambos caminaban juntos hacia la sala de prácticas mientras mantenían una charla animada.

─ ¿Ella no vino hoy?─ pregunto el peli negro hablando de la castaña menor, Ni-ki sin mas negó.

─ Hoy quería quedarse en casa. Su familia la visitaría por la noche y quería darse un tiempo de acomodar todo su departamento.─ confeso el japones castaño.

─ ¿Mitsuha volverá a Osaka?─ cuestiono el peli negro un poco confundido, el castaño a su lado se sorprendió ante la pregunta.

¿Ella podía volver a Osaka?

[...]

En el departamento se encontraba la castaña menor junto a su mejor amigo, el departamento por suerte siempre se encontraba ordenado y no hacia falta limpiarlo.

Esta vez tuvieron el tiempo necesario para poder jugar a un juego de mesa, y así sentir la rivalidad de ambos mejores amigos quienes se divertían mucho juntos.

─ ¡Acabas de hacer trampa!─ se quejo la castaña menor hacia su amigo quien había escondido en su bolsillo algunas fichas del juego.

─No es así. ─ justificó entre risas, le gustaba mucho hacerla enfadar ─ bueno, tal vez si lo es.

─ ¡Oye!─ se quejo una vez mas, su teléfono comenzó a sonar repentinamente alarmando a ambos por la llegada de los mayores.

─ Oh, aun es temprano, ¿o no?─ cuestiono el castaño a su lado, ella asintió igual de confundida que el y se levanto para ir en busca de su teléfono.

─ Es mamá.─ replicó sin mas que decir y atendió la llamada.

El castaño a su lado se quedo esperando algunos minutos a que su mejor amiga terminará de hablar, una vez que ella soltó su teléfono celular no hizo mas que soltar lagrimas de sus ojos preocupando a su amigo a un lado.

Yuta confundido ante esta repentina escena se levanto de su asiento y abrazo muy fuerte a su amiga, ¿que había pasado con su familia?

─ ¿Son tus padres? ¿que paso Mitsuha?─ pregunro por milésima vez aun no teniendo respuesta de la menor.

─ Nuestra academia- ─ detuvo su hablar para relajar su respiración.

─ Hazlo con calma, tranquila.─ ordeno suave, ella asintió y trago en seco para hablar.

─ Mamá me dijo que nuestra vieja academia esta próxima a construirse, en tan solo unos días. ¿sabes lo que significa eso?─ murmuró entre sollozos, su mejor amigo a su lado quedo un poco confundido y feliz.

─ ¡Que volveremos a casa!─ grito en un hilo de emoción, ella asintió soltando aun mas lagrimas y abrazando a su amigo muy fuerte.

Para estos dos era la mejor noticia, su vieja academia volvería a reconstruirse y volver a ser la tan famosa academia de baile mas famosa de Osaka, aun así necesitarían a estos dos para que eso pasara; los mentores de su vieja academia.

Sus familias estaban allí, sus viejos compañeros de baile, sus recuerdos juntos y la pequeña memoria del hermano de la castaña.

Todo pasaba tan rápido, estaban siendo tan felices.