Un Amor Oculto (YohaRiko) (Editada)

Un final feliz

Claudes despertó en un lugar, que aunque había visitado pocas veces, le resultaba familiar. Un hermoso cielo que parecía no tener fin acompañado de inmensas nubes dónde, en algunas de ellas, se encontraban estructuras de mármol.

Claudes: ¿Por qué estoy aquí? ¿No debería ir al infierno?

- ¿Por qué crees eso?- escuchó una voz familiar a sus espaldas, una que no escuchaba hacía tiempo.

El pelinaranja volteó rápidamente- ¿Papá?- sus ojos se inundaron de lágrimas.

Mark: Así es, hijo. Me alegra ver qué estás aquí- correspondió el inminente abrazo de su hijo.

Claudes: ¡Papá, no tienes idea de cuánto te extrañé!- las lágrimas salían incesantemente mientras apretaba aún más aquel abrazo, tan fuerte como para no soltarlo jamás.

Mark: Pasó mucho tiempo pero te estuve esperando.

El pelinaranja se separó un poco para ver a su padre a los ojos- Yo no...debería estar aquí- dijo con semblante triste.

Mark: Claro que no. Aunque tenías una meta un poco...ehhh...retorcida, para lograrlo hacías lo posible para que nadie saliera lastimado. Cuando luchaste con las amigas d esa chica pelirroja, te aseguraste de que nadie muriera e incluso la salvaste, sabías que no hacías lo correcto. Y aunque al final te enojaste, moriste para no matar a esa chica.

Claudes: Si hubiera acabado con You, habría ganado...

Mark: Sí, pero moriste en su lugar. ¿Eso no te hace buena persona?

Claudes suspiró- No lo creo...quise acabar con Mari solo para vengarte.

Mark: Esa pobre chica no tuvo culpa de nada. La razón de mi muerte fue su padre, no ella. Ella está confundida por todo lo que hiciste, pero afortunadamente, nadie murió en el proceso...bueno, cais nadie.

Claudes: ¿Qué?

Mark: Como sea, le debes una disculpa a esa chica por tratar de matarla, y debes prometerme que no lo harás de nuevo.

Claudes: ¿Qué? ¿No se supone que me quede aquí para siempre?

Mark: Bueno, me temo que aún no es tu momento- señaló detrás de Claudes.

El chico volteó y vió a Yoshiko, una Yoshiko con los ojos completamente blancos.

Yoshiko: Mi ama está enojada contigo. Por ello, se quedará con tu alma y estarás obligado a servirle.

Mark: Supongo que nos veremos después.

Claude: ¡No! ¡No quiero irme! ¡Quiero quedarme contigo!- trató de abrazar nuevamente a su padre pero no fue posible, había vuelto al plano terrenal.

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Riko: ¿Que fue eso?

Yoshiko: Ah ¿Lo viste?

Riko: Si, una especie de humo blanco del cuerpo de Claudes se fue a tu mano.

Yoshiko: Ahora tengo su alma.

Riko: ¿Qué?

Yoshiko: Yo tampoco sabía que podía hacer eso. Fascinante ¿No?

Riko: Si...- dudó.

Yoshiko: ¿Que pasa? ¿Por qué me miras así?

Riko: Yoochan espera, aún estás sangrando- se acercó a ella y trató de limpiar sus lágrimas rojas.

Yoshiko: No hay tiempo para esto, vamos a ver cómo está Maru.

Riko: Espera, no he terminado.

Yoshiko caminó hacia su amiga- ¿Cómo está?